“Charlie Hebdo”, diezmado tras el atentado yihadista del 7 de enero de 2015 que abrió luchas intestinas entre los supervivientes, busca a tres nuevos dibujantes para poder renovar su plantel, personas que tendrán que asumir las amenazas de grupos extremistas.
Su director financiero, Éric Portheault, explicó que esa es la “prioridad” del semanario satírico francés, porque ahora la publicación se sustenta sobre Riss y Coco, junto a los que colaboran Foolz, Juin, Vuillemin o Catherine.
“Necesitamos tres nuevos dibujantes, pero es difícil. No es un simple contrato de trabajo, es un compromiso de vida porque los dibujantes son las personas más expuestas a las venganzas de los extremistas”, indicó Portheault.
Reconoció que él mismo tiene miedo, que lo contrario no sería realista puesto que tienen protección policial las 24 horas del día y “trabajar en esas condiciones no es fácil”.
Contó que los dos accionistas de “Charlie Hebdo”, el director Riss y el propio director financiero, van a abrir “progresivamente” el capital.
“Pero todos los empleados no serán accionistas”, explicó Portheault en una entrevista publicada hoy por “Le Figaro”.
Los criterios para poder entrar en el capital serán “en primer lugar la competencia” y “la confianza recíproca”.
Tras las discordias en el interior del equipo -varios miembros lo han abandonado por diferencias con los accionistas tras los atentados-, Portheault hizo hincapié en que “la empresa tiene que funcionar con accionistas que se entiendan, que se respeten y que tengan la misma línea directriz”.
Para el número especial del aniversario del atentado, que salió a la venta la semana pasada con un millón de ejemplares, se va a ampliar la tirada “para hacer frente a la demanda”, contó el director financiero, que puntualizó que no se llegará a los siete millones de revistas que se colocaron en el primer número tras el ataque terrorista.
Precisó que, más allá de este fenómeno, las ventas rondan los 100.000 ejemplares por semana, cinco veces las que tenían antes del atentado. A eso hay que añadir 180.000 abonos frente a los 10.000 que había anteriormente.
Portheault reiteró que los 4 millones de euros que obtuvieron por donaciones están en una cuenta y “un comité de sabios” determinará cómo se reparten entre los familiares de las víctimas de la matanza.
En cuanto a los 20 millones de euros de tesorería conseguida por las ventas excepcionales, se guardará para garantizar la continuidad de la publicación.
“El objetivo es que en caso de mala fortuna, no tengamos preocupaciones financieras y podamos reinvertir en actividades remuneradoras”, aseguró el director financiero. EFE