Los seres humanos experimentamos el tiempo en una única dirección. Sin embargo, no existe ninguna ley en la física que especifique que el tiempo deba comportarse así. Tratando de explicar la cuestión, un grupo de físicos ha desarrollado un modelo en el que coexisten dos universos en los que el tiempo se mueve en direcciones opuestas.
La hipótesis contempla la posibilidad de que el big-bang sea bidireccional en lugar de unidireccional. En otras palabras, que la gran explosión que formó nuestro universo en una dirección, simultáneamente creó otro que se mueve en dirección opuesta y en el que, lo que para nosotros es el futuro, para ese universo sería el pasado.