Este viernes, fue negado durante la plenaria del Parlamento el decreto de emergencia económica dictado por el presidente Nicolás Maduro en días anteriores. Ante la falta de precisión en políticas financieras y cambiarias, como lo expresó el informe presentado por la Comisión Especial, con el voto de 107 diputados fue rechazado el documento.
Los diputados de la bancada oficialista, encabezada por Héctor Rodríguez aseguraron que con esta decisión, la Asamblea Nacional se pone de espalda al país, ante lo que califican como una “seria y evidente emergencia económica”, la cual se debe destacar, ha sido alertada en los últimos años por el sector opositor ante la serie de medidas tomadas en esta materia, que han dejado al país en esta posición.
Por su parte, tanto los diputados opositores que integran la Comisión Especial para el Decreto, Elías Matta y José Guerra explicaron las razones por las cuales fueron rechazadas, sumándosele a ello las declaraciones ofrecidas por Julio Borges, quien señaló que el Gobierno posee las herramientas necesarias para llevar a cabo las medidas necesarias para solventar la crisis que atraviesa el país.
A propósito de ello, es importante recordar las leyes habilitantes que le fueron otorgadas a Maduro, las cuales vienen siendo disfrutadas (más no aprovechadas) desde hace al menos 2 años.
Noviembre 2013. En esta oportunidad, el entonces presidente de la AN, Diosdado Cabello con el apoyo de los 99 diputados chavistas concedieron a Maduro la tan buscada habilitante para luchar con la mal llamada guerra económica y contra la corrupción.
Entre protección de Precios Justos y Creación de Comercio Exterior, se le fue el año a Maduro y la situación empeoró, escapándosele al Gobierno las excusas sobre la escasez de alimentos y la creciente inflación. No obstante, en marzo de 2015, el primer mandatario sorprende a la población rogando por nuevos superpoderes.
Marzo 2015. Sin que les quedará nada por dentro, la mayoría chavista (de aquel momento) aprueba de nuevo una habilitante “con rango, valor y fuerza para defender la soberanía de acciones injerencistas” para la tan nombrada y ya poco creíble guerra económica. Las calles comienzan a calentarse, tantos poderes del Ejecutivo Nacional para levantar al país y el cambio no llega; la “mano dura” del presidente se vuelve blanda y es el 6 de diciembre cuando la frustración de la población ante la falta de respuestas sobre la crisis económica se ve reflejada en las elecciones parlamentarias, donde la oposición salió ganadora.
Hoy, a dos años y medio de la primera de estas leyes, el Gobierno pretende trasladar la responsabilidad de su ineficiencia económica, a la nueva Asamblea, la cual hasta el momento no cuenta con el total poder antes mencionado y en actual vigencia. (lapatilla.com)