Incluir carne en la dieta diaria se ha convertido en un lujo que no muchas familias pueden darse. Los consumidores deben pagar entre 1.980 y 2.150 bolívares el kilo de carne de primera cuando la consiguen en carnicerías y mercados, aunque el rubro está regulado por la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos en 250 bolívares el kilo, publica El Nacional.
DULCE MARÍA RODRÍGUEZ
En tres supermercados privados visitados no había. Las neveras de carnes estaban vacías. Los encargados de los establecimientos señalaron que no ofrecen el producto porque los proveedores la venden por encima del precio regulado. Para obtener ganancia tendrían que venderla a un precio superior y no quieren exponerse a ser multados, dijeron.
Dani Goncalves, encargado de una carnicería en Chacao, contó que las ventas han caído 50% por el alto precio de la carne. Dijo que de diciembre a enero subió 200 bolívares y la gente se queja porque el dinero no le alcanza.
Antes, agregó, los clientes pedían que le prepararan una pieza y se la dividieran en varios cortes como bistec, milanesa, guisada y molida, pero ahora apenas compran medio kilo de bistec o un kilo de molida y se van. Señaló que otros cambiaron sus hábitos y piden la carne de segunda como el solomo, paleta, lagarto sin hueso o falda, que cuesta 1.400 bolívares el kilo.
En el mercado de Chacao había variedad del rubro cárnico para comprar por kilo o detallada en bandejas, pero el kilo estaba en 2.150 bolívares. Andrea Molina, compradora dijo: “La carne está costosa pero se consigue y es buena”.
En descenso
Carlos Albornoz, presidente de Fedenaga, señaló que la producción nacional de carne cayó 5 puntos porcentuales entre 2014 y 2015. De cubrir 36% del consumo, descendió a 31%. Advirtió que el abastecimiento este año está comprometido “aunque se tomaran medidas de inmediato, se verían mejoras en 2017”. Recordó que en 2012 el consumo per cápita era de dos kilos de carne al mes y en 2015 se redujo a uno.
José Agustín Campos, presidente de Confagan, señaló que la producción se ha mantenido más o menos igual que en 2014. Refirió que el año pasado el consumo fue de 540.000 toneladas, de las cuales 300.000, equivalentes a 55%, se produjeron en el país y las 240.000 restantes, 45%, se importaron.
Ambos productores coincidieron en que resolver el problema de la escasez demanda incrementar la producción nacional e implementar soluciones estructurales.