El cambio empezó y la impunidad se acabó. Hoy jueves 28 de enero, Día de la Zulianidad, solicitamos a la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, sea interpelado el Gobernador del Zulia, Francisco Javier Arias Cárdenas, para que diga en qué invirtió los más de 129 millardos de bolívares fuertes que le asignaron al Ejecutivo regional para ejecutar obras en el Zulia.
En tres años, el Gobierno regional de turno y que va de salida, valga la acotación, ha recibido seis veces más presupuesto que el que le fue otorgado al gobierno de Pablo Pérez en los cuatro años que estuvo al frente del palacio de Los Cóndores; entonces, la pregunta que nos hacemos es, ¿dónde están los reales, porque obras no hay?
Como ciudadano, como diputado del Consejo Legislativo, y por el compromiso que tengo con el Zulia, exijo que tanto Arias Cárdenas como Salvador González, secretario de Administración de la Gobernación, nos expliquen detalladamente en qué gastaron cada bolívar de los 129.753.074.621 bolívares que han recibido en materia presupuestaria en tres años.
Aquí la impunidad se acabó, y antes de irse, Francisco Arias va a rendir cuentas; cuentas que por cierto el Consejo Legislativo del Zulia, no le ha pedido porque simplemente se han dedicado a aplaudir de manera cómplice a un Gobierno que lo único que ha dejado es la proliferación de enfermedades, una inseguridad que ya no está desbordada, sino regada en cada rincón de estado; hambre, sed y pare de contar.
Ahora sí contamos con verdaderos representantes del pueblo en la Asamblea Nacional; ahora ese Parlamento autónomo sí hará contraloría social, por eso acudimos a él para solicitar que sea llamado a capítulo el señor gobernador del Zulia, porque dígame Ud.estimado lector, ¿a caso no le causa curiosidad saber en qué se invirtieron casi treinta millardos de bolívares fuertes.
Aquí no se construyeron escuelas, tampoco ambulatorios, no se consolidaron barrios, no se otorgaron más becas del programa Jesús Enrique Lossada; tampoco cumplieron con lo que prometieron en campaña, que era construir el Museo de los Niños, el Centro Oncológico en el Hospital General del Sur, culminar el Aula Magna de LUZ, construir el distribuidor del kilómetro 4 de San Francisco, dotar de equipos a la policía regional, entre otros pajaritos preñados.
Lo único visible en el estado es la pintura roja con la que pintaron las oficinas de la Gobernación y los ambulatorios construidos por las gestiones anteriores. A mi me cuesta creer que los cuñetes de pintura roja rojita hayan costado casi 130 millardos de bolívares fuertes.
Por eso es que nos preguntamos una y otra vez: ¿dónde están los reales?
Señor Gobernador, aquí la impunidad se acabó.
@LesterToledo