El expresidente brasileño Luiz Inació Lula da Silva expresó hoy su “repudio” frente a conjeturas que sugieren su posible participación en el escándalo de corrupción que se investiga en la petrolera estatal Petrobras.
EFE
“El expresidente Lula no fue siquiera citado” en la investigación y “repudia toda tentativa de implicar su nombre en actos ilícitos”, dice una nota publicada en sus perfiles en las redes sociales.
Lula reaccionó así después de que la Policía Federal iniciara una nueva fase de la investigación de las corruptelas en Petrobras, en la cual intenta determinar si parte del dinero desviado de la firma fue blanqueado mediante operaciones inmobiliarias.
“La investigación apunta a operaciones de lavado de dinero y de ocultación de patrimonio a través de negocios inmobiliarios”, dijo este miércoles el fiscal Carlos Fernando Dos Santos Lima, uno de los responsables del caso.
La investigación está centrada en un edificio construido en el balneario de Guarujá, en el litoral del estado de Sao Paulo, por una cooperativa sindical vinculada al Partido de los Trabajadores (PT), que Lula fundó en 1980 y al que también pertenece la actual jefa de Estado, Dilma Rousseff.
En 2009, en medio de una severa crisis financiera, la cooperativa vendió esa propiedad a la constructora OAS, que está salpicada por el escándalo en Petrobras por su participación en diversos fraudes que ya han llevado a la justicia a condenar a quince años de prisión al extesorero del PT Joao Vaccari Neto.
Uno de los apartamentos en el llamado Condominio Solaris estaba reservado por la familia de Lula y, según informaciones obtenidas por la prensa local, llegó a ser objeto de reformas encargadas a la empresa OAS, que al día de hoy figura como su propietaria legal.
A mediados del año pasado, cuando empezó a hablarse de ese asunto, Lula negó que hubiera comprado un apartamento en ese edificio, pero admitió que su esposa, Marisa Leticia Lula da Silva, adquirió en 2009 una participación con vistas a una posible adquisición.
Sin embargo, aclaró que las obras para la conclusión del edificio se atrasaron y la constructora OAS ofreció reintegrarle el dinero a quienes aún no habían confirmado la compra, algo sobre lo que la familia de Lula aún no ha decidido, según el propio expresidente.
Según la prensa local, aunque la policía no lo confirma, pudiera tratarse de un caso de “ocultación de patrimonio”, pues Lula sería en realidad el verdadero propietario del apartamento.
En la nota divulgada hoy, Lula sostiene que “para tener el apartamento, de hecho y de derecho, sería necesario pagar la diferencia entre la participación y el valor del inmueble”, algo que su familia no ha hecho hasta el momento.
“Por tanto, Lula no ocultó patrimonio, no recibió favores ni hizo nada ilegal, y continuará luchando en defensa de Brasil, del Estado de Derecho y de la democracia”, dice el comunicado.
La Policía no precisó si la investigación sobre esos apartamentos incluye a Lula, pero aclaró que “todos los propietarios” y “todas las operaciones” de compra y venta hechas en el Condominio Solaris están en la mira de la justicia.