José Efraín Valderrama: Escasez por corrupción es crimen de lesa humanidad

José Efraín Valderrama: Escasez por corrupción es crimen de lesa humanidad

José Efraín ValderramaLa corrupción a gran escala por parte de un Gobierno que traiga como consecuencia escasez de alimentos y medicinas puede calificarse como crimen de lesa humanidad. No pocas veces tales consecuencias son buscadas para procurar control sobre la sociedad.

Quienes cometen actos de corrupción y otras violaciones a los derechos humanos procuran mantenerse en el poder para evitar ser juzgados, y para ello harán uso de las riquezas expoliadas al país. Por tal motivo es fundamental investigar todas las denuncias de gran corrupción para que la opinión pública conozca la verdad y desenmascarar la cleptocracia como se hizo tardíamente en Chile con Pinochet.

La distracción de recursos públicos para el aprovechamiento privado de los gobernantes agrava la vulnerabilidad de los más pobres porque se les niega los recursos y además, paulatinamente, se daña la institucionalidad requerida para que haya crecimiento económico sostenible, único remedio para salir de la pobreza permanentemente.





Transparencia Internacional reveló recientemente su último estudio sobre los niveles de corrupción en los países del mundo en el que Venezuela aparece como uno de los peor calificados, lo cual es cónsono y reafirma lo dicho sobre las causas de la escasez que vivimos y que dio lugar al acuerdo de la Asamblea declarando una emergencia sanitaria a pesar de la millonada de recursos que entraron al país en los últimos 15 años. Demasiada gente ha muerto en Venezuela sólo porque algunos decidieron apropiarse del país.

Reinstitucionalizar el poder judicial completo para juzgar a los responsables, repatriar capitales que se apropiaron y crear comisiones de la verdad para revelar los culpables de la gran corrupción son algunos de los pasos que corresponderá dar a la Asamblea para consolidar una eventual transición a la democracia.

En el mundo ya han habido experiencias de gobernantes calificados como violadores de derechos humanos por sus actos de corrupción, como el caso de Marcos en Filipinas, y algunos casos juzgados por Cortes Penales especiales para Rhuanda y Yugoslavia respectivamente. El tiempo dirá si Venezuela entrará en esta lista.