El presidente cubano, Raúl Castro, inició el lunes una visita de Estado a Francia, dominada por temas económicos pero que reviste una fuerte dimensión simbólica de su apertura al mundo tras la reconciliación con Estados Unidos.
Foto Reuters
Raúl Castro fue acogido con una ceremonia solemne en el Arco del Triunfo de París, donde recibió honores militares.
El mandatario llegó al Arco del Triunfo tras recorrer la avenida de los Campos Elíseos, engalanada para la ocasión con banderas francesas y cubanas y rodeada de un riguroso dispositivo de seguridad.
En el acto se interpretaron los respectivos himnos nacionales, y el dirigente cubano hizo una ofrenda floral ante la tumba del soldado desconocido, junto a la ministra de Ecología, Ségolène Royal, la número tres del gobierno.
Tras la ceremonia, Raúl Castro bajó en auto por los Campos Elíseos escoltado por la Guardia Republicana francesa a caballo.
Cerca podía verse a pequeños grupos de simpatizantes castristas, ondeando banderas cubanas.
Un joven cubano que prefirió no decir su nombre, declaró que está aquí “para ver a Raúl” y “evidentemente” para apoyarlo.
Un poco más allá, un grupo de miembros de la asociación Cuba Sí Francia. “Estamos aquí para saludar y dar la bienvenida a Raúl Castro”. Esta visita “es un acontecimiento que deseamos desde hace tiempo, que Cuba sea reconocida por Francia y por Europa con su soberanía y su independencia”, afirmó Michel Taupin, uno de los miembros de la asociación.
Raúl Castro, que llegó el sábado a París para dos días de visita privada, se reunirá el lunes por la tarde con el presidente François Hollande en el palacio del Elíseo, donde se firmarán varios acuerdos, incluyendo uno de anulación de parte de la deuda cubana con Francia.
Por la noche, Castro será el invitado de honor de una cena de gala en el palacio presidencial.
La visita del presidente cubano a Francia responde de hecho a la realizada por su homólogo francés a Cuba en mayo pasado.
Hollande fue el primer líder occidental en visitar la isla después del deshielo con Estados Unidos, que se inició a finales de 2014 y se concretó con la apertura de embajadas de ambos países a mediados de 2015.
– Deuda, inversiones y derechos humanos –
París busca reforzar la presencia de empresas francesas en una Cuba que se abre poco a poco a la economía de mercado.
Con un comercio anual de unos 180 millones de euros, Francia forma parte de los 10 primeros socios de Cuba y, entre sus planes, está profundizar sus relaciones con La Habana.
La isla, un polo turístico en expansión y con una obra de mano calificada, es vista por Estados Unidos y sus competidores europeos con renovado interés.
París considera asimismo que Cuba tiene un lugar particular en América Latina, una región prioritaria para la diplomacia del gobierno de Hollande.
Desde su elección en mayo de 2012, el presidente francés ha recibido a numerosos dirigentes latinoamericanos, ha realizado varias visitas a países de la región (Brasil, México, Cuba) y viajará próximamente a Perú, Argentina y Uruguay.
Con el propósito de crear las mejores condiciones posibles para esta nueva relación, Francia fue recientemente el artífice de un acuerdo sobre la deuda cubana con sus acreedores del Club de París.
En virtud de ese convenio, la isla logró que le condonaran 8.500 millones de dólares, lo que debería desbloquear su acceso a los mercados financieros, mientras espera el fin del embargo estadounidense impuesto en 1962, condenado durante varios años por Francia.
Pero París quiere aprovechar la visita de Castro para ir más allá y anunciar planes de financiamiento en el marco de la reestructuración de la deuda cubana.
Los franceses también están en la primera línea de las negociaciones iniciadas en abril de 2014 entre Cuba y la UE, que pronto podrían desembocar en un “acuerdo de diálogo político y cooperación”, lo que significará dejar atrás viejas controversias sobre los derechos humanos.
El espinoso tema, por el que Cuba es blanco de críticas frecuentes, estará en las “discusiones bilaterales”, aseguró una fuente diplomática francesa en París.
Francia será siempre “vigilante” respecto a los derechos humanos y planteará la cuestión cada vez que sea necesario, pero considera que “el diálogo es lo más eficaz” para hacer avanzar las cosas en ese dominio, comentó otra fuente diplomática.
Cuestionado por su visita en mayo al expresidente Fidel Castro, Hollande hablará sin duda al respecto de forma discreta.
El martes, Raúl Castro mantendrá reuniones con la directora general de la Unesco, Irina Bokova, con los presidentes de la Asamblea y del Senado, con la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y el primer ministro Manuel Valls, antes de visitar el recién renovado Museo del Hombre.
Por su parte, el vicepresidente cubano, Ricardo Cabrisas, se reunirá con empresarios franceses el martes por la mañana en la sede del Medef, la principal organización empresarial de Francia.
por Maria CARMONA/AFP