El diputado a la Asamblea Nacional por el estado Miranda, Rafael Guzmán, afirmó que los criterios utilizados por el Seniat para solicitar el aumento de la unidad tributaria “son nulos y no se corresponden con lo que dicta el Código Orgánico Tributario. Pretenden aumentar a 177 Bolívares la U.T., basándose quién sabe en qué cálculo arbitrario, cuando lo correcto es regirse por el último Índice Nacional de Precios al Consumidor”, dijo Guzmán.
Nota de prensa
El Seniat tiene que hacer el cálculo de la U.T. siguiendo una fórmula que está, claramente, establecida en la legislación venezolana, la cual consiste en aplicar el Índice Nacional de Precios al Consumidor y no la inflación, y además, contar con la opinión favorable de esta comisión, que es un acto autorizatorio, si no se dan esos tres elementos, no hay un acto administrativo correcto, es nulo, explicó el diputado.
El parlamentario afirmó que “por un lado, el Gobierno nacional se jacta de proteger a los trabajadores contra la inflación y, por el otro, pide un aumento de la U.T. que no se compadece con el último INPC conocido oficialmente en septiembre del año 2015”, criticó.
Guzmán explicó que si se calcula la U.T. con INPC, el sueldo mínimo terminaría siendo menor que el bono de alimentación, lo que, a su juicio, evidencia el atraso en material salarial en el país. “Nuestros trabajadores viven la inflación más alta del mundo ¿Por qué no calcular correctamente la UT para así darles lo que les corresponde?”, cuestionó el diputado.
“No se trata de ver quién paga impuesto o no, sino de aquellas personas con beneficios laborales como es el bono de alimentación, que se calcula por precio de la unidad tributaria, a quienes hay que verdaderamente proteger”, aseveró Guzmán.
“El incremento en el bono de alimentación puede ser un paliativo ante la crisis. El Seniat debe recalcular la solicitud de aumento de la U.T. El año pasado, la inflación calculada, sólo en alimentos, superó el 200 por ciento”, indicó.
Para el parlamentario, el aumento de la U,T. como se debe hacer, dejaría en evidencia la farsa del gobierno de decir que el salario en Venezuela es de los más altos de América Latina.