La concejal de Valencia, Judith Sukerman, criticó ayer que a pesar de que Valencia figura en el séptimo puesto de las ciudades más peligrosas del mundo, el presupuesto para la inversión en materia de seguridad ciudadana, tanto municipal como regional, no supera el 8%.
Nota de prensa
Sukerman destacóque, según cifras de la ONG mexicana Consejo Ciudadano de Seguridad y Paz, que viene publicando las estadísticas desde el año 2008, Valencia disminuyó dos escaños en el ranking mundial de ciudades violentas respecto al año pasado, pero no porque existiese un descenso en el índice criminal, sino porque lamentablemente en ciudades como Maturín y Caracas- que ostentan el fatídico puesto de primer y quinto lugar en el mundo- superaron al municipio Valencia en el número de homicidios.
“Cuando revisamos el presupuesto del municipio y del estado, nos damos cuenta que en ambos casos, la inversión en seguridad es inferior al 8%. Ya no es un exhorto, es una exigencia que hacemos a las autoridades nacionales, regionales y municipales a que le den atención a este terrible problema que tenemos los ciudadanos”, expresó Sukerman.
La concejal explicó que, en el caso valenciano, el monto dedicado a la materia de seguridad en el municipio apenas alcanza el 7,49% del presupuesto anual, pero no con la exclusividad de la prestación efectiva del servicio policial, sino que ese monto incluye todo lo correspondiente a gastos salariales de funcionarios policiales y bomberiles, y los gastos operativos de ambos cuerpos.
Sukerman agregó que la Policía Municipal de Valencia no ha tenido un equipamiento de patrullas desde el año 2009, mientras que en el caso de Policarabobo, esto no habría sucedido desde el 2012, lo que aunado a las pésimas condiciones salariales de los efectivos policiales, constituye una situación realmente crítica del tema de la seguridad en la región.
“Nuestros policías están muy desasistidos desde todo punto de vista, no cuentan con el equipamiento necesario para cumplir con sus funciones y además en lo social y salarial están en una situación que raya en el desamparo. La falta de atención oportuna a los gravísimos problemas de seguridad y es en parte el resultado de esa situación”, afirmó.
Otro elemento a considerar por parte de la concejal de Proyecto Venezuela es que, de acuerdo a cifras recabadas en su acercamiento con los Consejos Comunales, el “70% de los bombillos de Valencia están apagados”, por lo que resaltó que mientras no exista un servicio óptimo de iluminación de las comunidades, vías y demás espacios públicos, seguirá campeando la delincuencia.
Sukerman invitó a quienes ostentan cargos públicos y especialmente a aquellos relacionados con el tema, a que no entiendan la inversión en materia de seguridad como un gasto, sino como la posibilidad de resguardar la vida y bienes de miles de ciudadanos que esperan de sus autoridades el cumplimiento de su obligación, que se traduzca en un resguardo eficiente, óptimo y transparente.