Siendo las 6:00 am, en el Complejo Operativo Petrolero de Jusepín, a pocos metros del río Guarapiche (principal afluente de agua de Monagas, que abastece las principales poblaciones de la entidad), se reporta el derrame petrolero más grande de la historia de Monagas. Más de 200.000 barriles de petróleo se derramaron cayendo directamente al cauce del mencionado río. Este ecocidio que afectó gravemente la biodiversidad del ecosistema fluvial en una extensión de más de 100 kilómetros de rio, desde El Furrial hasta su desembocadura en el río San Juan, fue responsabilidad de P.D.V.S.A y directamente de los gerentes a cargo de la planta por ordenar el abandono de las instalaciones para asistir con carácter de obligatoriedad a la marcha en Caracas para la celebración del golpe de estado del 4F. Solo estaba un gerente de segunda línea al frente, y ya desde 2006 la tuberías de 20 pulgadas donde se generó la fisura habían presentado problemas los cuales no fueron atendidos oportunamente. Ni siquiera la válvula para detener el flujo de crudo hacia el río funcionó y el derrame se prolongó por muchas horas con chorros de hasta 30 metros de altura, de hecho del día 5 de febrero aun burbujeaba petróleo en el sitio de la fisura.
A pocas horas del suceso, me llamó el presidente de la República pidiéndome que no cerrara la Planta de Tratamiento de Agua Potable del Bajo Guarapiche y la de San Vicente, las cuales como ya adelanté están ubicadas aguas abajo del sitio del derrame de petróleo, porque había que salvaguardar el buen nombre de PDVSA ante el mundo y advirtió que él me garantizaba que el petróleo no llegaría a Maturín. Ya preventivamente había dado instrucciones al equipo de las plantas de apagar las bombas y así evitar cualquier contaminación interna en dichas instalaciones
Para asegurarme de no atentar contra la seguridad sanitaria pública, llamé a algunos profesores de las distintas universidades del país que tienen Escuela de Petróleo y les pedí asesoramiento al respecto y lo primero que me dijeron fue: El petróleo tiene 46 componentes tóxicos y 18 son indisolubles, cuyo consumo los hace venenosos para el ser humano, indicándome que vista la cantidad y concentración de crudo en el río, lo más sensato era el cierre de las plantas de agua porque se convertiría en un genocida y mataría más de 100.000 mil personas incluyendo mi familia y según la Organización Mundial de Salud, y los que sobrevivirían, a los 5 años padecerían de cáncer.
Transmití esa información al Presidente Chávez y me respondió que el que es revolucionario obedece a ciegas y me reiteró que el petróleo no llegaría a Maturín. Semejante atrocidad me pareció inaceptable y no acaté semejante instrucción porque mi deber como Gobernador del Estado Monagas era salvaguardar la vida del pueblo; que me debía al interés del pueblo que me había elegido y reelegido. Desde ese día el Gobierno Nacional me declaró la Guerra a Muerte. Así lo ordenó el Supremo durante su discurso del 17 de marzo de 2012, al calificarme como “otro traidor más… quedará hecho polvo comisco ya verán”.
Dos días después de haberme rebelado contra la más abominable instrucción, el 06 de febrero de 2012, un día como ayer, sufrí un atentado cuando hombres armados irrumpieron en el gimnasio donde me ejercitaba regularmente en Maturín y abrieron fuego. En el hecho falleció uno de mis escoltas (padre de 3 niños) y un delincuente. Poco tiempo después, allanaron la Policía del Estado Monagas, arrebatándole al Gobierno Regional la competencia policial constitucionalmente establecida y sucesivamente fueron allanando las dependencias regionales sin orden judicial. Por más de 10 meses, fui perseguido, acosado y acorralado para despojarme de la investidura que como Gobernador me confirió el pueblo de Monagas y cumplir el mandato del Intergaláctico de convertirme en “Polvo Cósmico” qué ironía que quién se convirtió en polvo cósmico fue el. No se conformaron con perseguirme a mí y mi familia, también persiguieron brutalmente a mis funcionarios. El objetivo era yo, vivo o muerto, por eso, para preservar la vida y la integridad de mis familiares, amigos y allegados tomé la difícil decisión de abandonar mi amada tierra patria. El 21 de Diciembre fui acogido con brazos abiertos y lazos de hermandad por la República de Costa Rica, país que conoce de los atropellos y violaciones a la Democracia y los Derechos Humanos que se dan diariamente en Venezuela por parte del Gobierno, donde me encuentro hasta el día de hoy plenamente protegido por las instituciones.
La persecución también alcanzó a la arquitecto María Mercedes Aranguren quien fue mi Secretaria de Infraestructura y luego siendo diputada a la Asamblea Nacional, le fue allanada ilegalmente, en un procedimiento Express, su inmunidad parlamentaria, por negarse a ser el voto 99 que necesitaba el Gobierno para aprobar la quinta Ley Habilitante solicitada por el gobierno en 15 años, ya que Nicolás Maduro la necesitaba “para luchar contra la corrupción y la guerra económica”. Lograron sacarla y se dedicaron a perseguirla con una denuncia montada. Casualmente ella era integrante de la Comisión de Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático de la Asamblea Nacional y fue quien hizo la denuncia del derrame sucedido el 4 de febrero de 2012 en dicha comisión, solicitando apoyo de las autoridades para el correcto saneamiento y asignación de responsabilidades a los culpables y la respuesta de la directiva de la AN fue una sanción y una advertencia de dejar las cosas como estaban. El acoso se hizo intolerable y antes de convertirse en una víctima más del atropello institucional, decidió separarse de su familia y salir del país ante el inminente encarcelamiento solicitado para callar su afrenta a los dueños del poder. Incorporaron al suplente quien es ficha de la actual gobernadora quien sí les dió el voto requerido y lo premiaron con guardaespaldas para protegerse de Aranguren y con altos cargos; a pesar de haber perdido su reelección como diputado hoy en día es Secretario General de Gobierno en Monagas. Luego de ese parapeto de Ley Habilitante, la corrupción en Venezuela no solo no mejoró sino que se convirtió en un cáncer y la “guerra económica” la multiplicó el desgobierno que hoy por hoy es quien controla los medios de producción.
No solo no me arrepiento de haberme rebelado sino que doy gracias a Dios por guiarme y hacerme seguir a mi conciencia porque tal como lo advertí, en 4 días el petróleo llegó a Maturín, y siguió rumbo al rio San Juan y aguas abajo al Océano Atlántico. De no haber tomado esta decisión, en Maturín hubiera ocurrido un genocidio.
Presenté ante el mundo las pruebas documentales (anexo algunas) contundentes que incriminan a altos gerentes, los chat de una conversación telefónica y un importante documento interno de la gerencia de P.D.V.S.A. No hay duda de la responsabilidad del Gobierno Nacional en el ecocidio pero la Fiscal General de la República nunca encontró culpables y el castigo de los Gerentes de PDVSA fue su ascenso y promoción a cargos de mayor poder.
El recuerdo de este infortunado día para Monagas sirve para que no olvidemos que a los dueños temporales del poder no les importamos como pueblo, que su única ambición es enriquecerse , que las acciones del desgobierno narcorevolucionario en todos los ámbitos tienen un común denominador: Defender lo indefendible, mentir al venezolano, si es preciso dejarlo morir de hambre, pedirle que coman piedras, que no acepten títulos de propiedad de sus casas , que no se enfermen tanto, que no se aseen tanto, mientras ellos tienen mansiones, sus hijos estudian en Europa y el Imperio y le dicen al pueblo que hagan sacrificios.
Hoy veo con esperanza el rescate de la justicia y la institucionalidad de Venezuela y pronto podré regresar a mi país. Mientras tanto, seguiré aquí dando la pelea con lo único que me queda. MI PLUMA y MI PALABRA.