Muy emocionado, se encontraba Nicolás por la llegada del carnaval. Esta festividad, le iba a permitir, según sus cálculos, recuperar la confianza del pueblo en su gobierno. Para ello, importó a uno de los mejores organizadores de las fiestas carnestolendas en Brasil, quien le dio las instrucciones necesarias para transformar a Caracas en Río de Janeiro.
Al término de los preparativos, el paseo de Los Próceres, quedó convertido en un majestuoso sambodromo para el desfile de las carrozas. Todas ellas, serán representativas de los logros alcanzados por la revolución socialista del Siglo XXI durante su gestión.
El lunes de carnaval, se dio inicio al pomposo espectáculo. Bellas garotas, animaban la entrada del “Rey Momoduro” en su carroza imperial denominada “Así es mi tierra” rodeado de sus edecanes disfrazados para la ocasión como Carlos Vives, Juanes y Shakira. Además, formaban parte del sequito los originales Timochenko, Iván Márquez y Alfonso Cano. En su emoción, el rey cantaba a todo gañote en clara e inconfundible identificación nacional “Yo nací / en la otra ribera / del Arauca vibrador” y de paso le solicitaba a los presentes “Paisa, canta conmigo”.
Dos personas, con caretas que imitaban los rostros de Pablo Escobar y El Chapo Guzmán, se acercaron a la Primera Combatiente, diciéndole ¡¡¡A que no nos conoces!!!
Sobrinos, dejen la vaina, que la DEA anda por ahí, fue la respuesta de la tía.
Una plomazón, anunciaba la entrada de La Conejita Iris. Su carroza, era una genuina representación de la cárcel de San Antonio y los pranes, todos ellos disfrazados de conejo, disparaban al aire sus AK-47, Bazookas, glocks y Uzi en honor a uno de sus panas recientemente asesinado….la gente en el sambodromo, esperaba que les lanzaran caramelos y en su lugar le cayeron a tiros.
La Alcaldía del Municipio Libertador, cuso un fuerte impacto con la representación del Marqués de Sade.
Con pantalón y chaqueta de cuero color rojo, Jorge Rodríguez destrozaba una maquina capta huella y una de votación. Luego, con un látigo castigaba a Tibi y le gritaba ¡¡¡Fraude, fraude!!! y no hiciste nada.
El Ministerio de la Defensa, pasó sin pena ni gloria. Un desfile de soldados imitando a los aviones Sukhois. Y lo peor, unos cohetes amarrados con mecate…ya la gente estaba cansada de lo mismo. Lo vieron el 4F, el 5 de Julio y el 27 de Noviembre.
Una Negrita, se coló entre los miembros del ejecutivo nacional y meneando las caderas como una barloventeña, le cantaba a ritmo de conga a Jorge Arreaza ….”Quítate de la silla / mira que te tumbo”….quien con cara de arrechera, le dijo a los presentes, esa negrita es Aristóbulo.
Un carrito chocon gigantesco, hace su entrada en el sambodromo. Pero, cuando anuncian por los parlantes que el conductor es Pastor Maldonado, se produce una estampida del publico presente que buscaba un sitio donde resguardarse ante de que se estrellara.
Jacqueline Farias, quiso sorprender con su disfraz de sirena. Pero, el mal olor de las aguas del Guiare que llenaban el estanque en el cual venia sumergida, hizo que la gente la repudiara…..Fo, Fo, huele a mier….era el comentario que se escuchaba.
Los milicianos, aplaudieron rabiosamente, la carroza de PRVAL que mostraba a una persona disfrazada como Lorenzo Mendoza que iba encadenado y con un grillo en sus pies mientras el Ministro para la Alimentación lanzaba papel tuale como serpentinas y paquetes de harina Pan como caramelos.
El Banco Central, presentó una carroza a todo trapo. Merentes, disfrazado como el Mago Merlín, hacia un acto de prestidigitación, en el cual, una muchachita entraba por una puerta y salía por otra convertida en una miss. Osmel Sousa y varios cirujanos plásticos se encargaban de ayudar con los trucos. Merlín Merentes, con sus muñecas llenas de Rolex, lanzaba al público, dólares y euros como papelillos y eufórico gritaba “Dejad que las niñas vengan a mí”.
La Ministra de Agricultura Urbana, brincaba de felicidad, al ver que su carruaje, tirado por 10 burros, cargando una replica de un edificio de 20 pisos iniciaba su desplazamiento. En los balcones de cada apartamento se podía ver con claridad un conuco sembrado con diversidad de vegetales y granos que a su vez eran lanzados al público. Una lluvia de tomates, cebollas, pimentones, ají dulce, caraotas y arroz llenó toda el área de desfile.
Un tumulto y corri-corri de las fuerzas de seguridad llamó la atención de todos. Se estaba impidiendo el paso de una comparsa, que se identificaba con la frase “No hay” y sus integrantes, venían disfrazados de baterías, cauchos y repuestos….las autoridades les negaron el paso porque ¡¡¡Los podían atracar!!!!
Una de las comparsas más terroríficas era la del Ku Klux Klan de los magistrados, quienes con sus túnicas y capuchas representaban la Supremacia del T.S.J, sobre los demás poderes constitucionales. Cerraban su desfile, encendiendo una cruz con la figura de Henry Ramos crucificado y gritando “Chávez Vive”.
Una cumbia se dejo escuchar en los altavoces indicando el final de una gloriosa noche de carnaval revolucionario. Con un patacón en una mano y un aguardientico en la otra El Rey Momoduro, comenzó a cantar “Es la negra Cilia /La que goza mi cumbia /Esa negra saramulla, oye caramba” /Con su pollera colora”
Oiga, Aristóbulo, esto estuvo berraco, vamos a repetirlo mañana. Me oyó.