Tras su victoria aplastante contra Hillary Clinton en las primarias del estado de New Hampshire, el aspirante demócrata a la Casa Blanca Bernie Sanders comenzó este miércoles a cortejar el voto de la población afrodescendiente estadounidense, que será crucial en las primarias de los próximos estados.
AFP
Sanders se reunió en Nueva York con una de las figuras históricas de la comunidad afrodescendiente estadounidense, el pastor Al Sharpton.
Desayunaron juntos en el barrio de Harlem, en el restaurante Sylvia’s, el mismo en el que el actual presidente Barack Obama se había reunido con Sharpton, figura del movimiento por los derechos civiles, durante la campaña electoral de 2008.
Sanders, que fue recibido por aplausos y gritos que repetían “Bernie, Bernie”, no hizo ninguna declaración al salir del encuentro casi media hora más tarde.
En tanto Sharpton indicó que pronto se reuniría con Hillary Clinton para luego declarar a cuál de los dos candidatos demócratas apoyará.
“Mi preocupación es que en enero del año que viene, por primera vez en la historia una familia afrodescendiente se mudará de la Casa Blanca. No quiero que (el interés por) las preocupaciones de los afrodescendientes se muden con ellos. (…) El hecho que el senador Sanders esté aquí esta mañana muestra aún más claramente que no seremos ignorados”, declaró Sharpton al salir del encuentro.
El estado de Nevada (suroeste) será el próximo en celebrar las primarias demócratas el 20 de febrero, que luego tendrán lugar en Carolina del Sur el 27. En este estado sureño, el voto de los afrodescendientes es particularmente importante: en 2008 representaron más de la mitad de los votantes demócratas.
Sanders, senador del estado de Vermont (noreste), que ganó el martes las primarias demócratas en New Hampshire, estado aledaño al suyo, e infligió una dura derrota a la exsecretaria de Estado, es mucho menos conocido que ella en Carolina del Sur.
Las encuestas a fines de enero le daban a Clinton en promedio 30 puntos porcentuales de ventaja en este estado.