A las penurias que padecen los venezolanos por la crisis económica se ha sumado una nueva: la suspensión parcial de actividades en los centros comerciales a consecuencia de un racionamiento de la electricidad, destacó la agencia Associated Press. La noticia fue reseñada en el resto del mundo, y estas son las fotos de las agencias EFE, AFP, Reuters y AP, que dan la vuelta al mundo.
Pasado el mediodía algunos centros comerciales de la capital pidieron a los clientes que se retiren y cerraron los comercios para cumplir con el racionamiento eléctrico de cuatro horas diarias de lunes a viernes que entró en vigencia el miércoles y se prolongará por tres meses.
Decenas de empleados y clientes se agolparon a las puertas de los centros comerciales para esperar por dos horas la ejecución de la primera etapa del racionamiento que se retomará nuevamente a la noche.
“Trataremos de resistir, no queda otra”, afirmó visiblemente afectado Tulio Briceño, un director de operaciones de un restaurante de comida rápida de 43 años, tras reconocer que el racionamiento eléctrico dejará a su comercio en una situación incierta debido a que 75% de sus ventas las realiza en el horario en el que ahora deberá estar cerrado.
El gobierno impuso el plan de racionamiento en los centros comerciales para hacer frente a la situación generada por una fuerte sequía, producto del fenómeno del Niño, que ha afectado algunos embalses que alimentan las principales plantas hidroeléctricas del país.
El racionamiento temporal del servicio eléctrico ha sido cuestionado por dirigentes empresariales, comerciantes y empleados que exigen una revisión de la medida ya que temen que la restricción afecte las ventas y agudice la recesión en el sector comercial.
“Esperaremos hasta que abran porque nosotros dependemos de la venta diaria”, dijo Yorgenis Tovar, un gerente de un restaurante de comida rápida, mientras aguardaba sentado en una escalera junto con una compañera la reapertura de un centro comercial del este de la ciudad.
Tovar, de 34 años, confesó sentirse muy preocupado por la situación porque teme que el racionamiento pueda desatar despidos masivos. “Dependo de mi salario. No puedo quedar desempleado a estas alturas cuando todo está tan costoso”, agregó.
Venezuela padece una compleja crisis caracterizada por una desbordada inflación, crecientes problemas de desabastecimiento y una severa recesión que los analistas estiman que podría agravarse este año por la caída del precio del petróleo, la principal fuente de ingresos externos del país.
“Ahorrar energía es vital en estos momentos”, afirmó el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, al reconocer que la represa suroriental del Guri, que alimenta la mayor planta hidroeléctrica del país, está ocho metros por debajo de su nivel.
Al defender la medida Motta Domínguez dijo la víspera en su cuenta de Twitter que los centros comerciales solo tendrán que “autogenerar” su energía entre lunes y viernes y que el resto del día y los fines de semana tendrán servicio eléctrico. El ministro precisó que el plan especial estará vigente sólo por tres meses.
En 2010, en medio de una crisis del servicio eléctrico, el gobierno impuso a los centros comerciales un plan temporal de racionamiento que luego flexibilizó debido a las fuertes críticas.
“Nada de esto me sorprende. Ya todos los días nos pasa algo que empeora la situación que estamos viviendo los venezolanos”, afirmó Rosa Velásquez, una educadora de 49 años.
Venezuela enfrenta desde hace seis años problemas en el servicio eléctrico como consecuencia de fuertes sequías, el aumento del consumo y el deterioro de las viejas instalaciones que el gobierno ha intentado compensar con millonarias inversiones y planes de emergencia.
Cipriana Ramos, presidenta de la mayor cámara de comerciantes del país, consideró “muy grave” el racionamiento debido a que no sólo afectará a los comercios sino también a los consultorios médicos, supermercados, bancos, cines, teatros y otras empresas que operan en los conglomerados comerciales.