La escasez de medicamentos en la red farmacéutica del país generó otro problema que afecta la salud de los zulianos: la reventa de medicinas sin control en el casco central de Maracaibo, específicamente en el mercado Las Pulgas.
Carolina Bracho / Panorama
Anticonvulsivos, antihipertensivos, analgésicos, antipiréticos, vitaminas, digestivos, antibióticos, pediátricos, psicotrópicos, entre otros se encuentran en los tarantines de buhoneros, quienes sin ningún tipo de persmisología sanitaria lo ponen al alcance de cualquiera a precios que superan el 3.000%.
Sin récipe médico, Anahís Rubio logró comprar el ácido valproico que requiere su hijo de tres años.
Sin saber si el contenido del frasco en realidad es el componente que su niño requiere para el tratamiento de las convulsiones que comenzó a padecer hace tres meses, lo compró a un costo altísimo.
“No tuve otra opción sino comprárselo a los buhoneros. Es eso o no le doy nada, porque en las farmacias no hay el medicamento”, expresó Rubio.
Testimonios como el de Anahís se repiten a diario en el casco central.
Pegado al mercado periférico Las Playitas, una mujer de rasgos indígenas y mirada defensiva responde, entredientes, los precios de las medicinas que requiere el cliente.
“Las pastillas anticonceptivas cuentas Bs. 1.500, tenéis varias marcas”, dice la buhonera a una joven que dice haber recorrido más de 15 puestos y no consigue la que le indicó su médico.
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