Venezuela, llegó la hora de actuar por @jorgebarrosod

Venezuela, llegó la hora de actuar por @jorgebarrosod

JorgeBarrosoThumbnail-190x1301Venezuela se ha convertido, para desgracia de quienes vivimos en ella, en el país del racionamiento. Pareciera que los atributos que brindaba nuestra hermosa tierra fueron desplazados por el “NO HAY”. No hay agua. No hay luz. No hay medicinas. No hay comida. No hay seguridad ¡No hay nada! ¿Cómo hace un ciudadano para vivir en un país así?

Qué inmensa capacidad tenemos los venezolanos para adaptarnos y conformarnos con simples explicaciones. Cuando la única aclaración que deben ofrecernos los responsables de este caos, que no es más que el Gobierno Nacional, es en la que admitan que el país se les fue de las manos y que no están en condiciones para responder a las consecuencias negativas que dejaron sus malas actuaciones y políticas.

Entre muchas cosas malas que podríamos destacar de este gobierno, es que en país normal los ciudadanos están prevenidos y alertas a los cambios climatológicos pero en Venezuela, sin embargo, dependemos de explicaciones absurdas, como: el Niño o la iguana, entre otras.





No es justo que los venezolanos hoy tengamos que someternos a un ‘irracional’ racionamiento de agua porque son tan ineficientes, que ni siquiera se abocaron a realizar las debidas labores de mantenimiento de los embalses y represas del país. Situación que afecta por demás el sistema eléctrico nacional, otra víctima del racionamiento. Antes de tomar medidas que puedan fortalecer el sistema hidroeléctrico del país, el gobierno ha decidido tomar medidas que decantan en el hundimiento de la economía nacional.

Además, el racionamiento de agua aumenta las probabilidades de enfermedades y ni hablemos de cómo afecta esto, al ya maltratado sistema de salud al que nos sometemos los venezolanos día a día.

Las políticas erradas y la gran soberbia de este gobierno es lo que nos ha llevado al total fracaso. El despilfarro de recursos fue tan abrupto y desconsiderado que ahora no solo escasean los bolívares, aquellos que hace algunos años nos dijeron que eran fuertes y ahora son más débiles que antes, sino que también escasean los dólares. La gran pregunta es, qué hicieron con todo el dinero que ingresó a nuestro país producto de la bonanza petrolera, qué pasó con el dinero que nos pertenece como venezolanos.

Mientras el pueblo pasa hambre, sed y desolación, hay un cúpula muy selecta dándose la buena vida, desviando el dinero a cuentas en el extranjero. Amasando una gran fortuna para cuando sea la hora de huir. Este gobierno lo único que quiere ver en el rostro de los venezolanos es tristeza y miseria.

Un gobierno que le impide por completo a su pueblo la oportunidad de surgir y progresar es un gobierno en franco deterioro y a todas luces al borde de la desesperación. La otra gran pregunta es, ¿Hasta cuándo vamos a resistir, cuánto más puede aguantar el pueblo?

Hoy el venezolano vive, en un país en el que las madres se acostumbraron a despedir a sus hijos, bien sea en los cementerios o en los aeropuertos. Un país en el que se hacen colas de 6 y hasta más horas por un paquete de Harina PAN, un jabón de tocador y un champú. Un país en el que se deben mandar cadenas de ‘Servicio Público’ a través de todas las redes sociales para conseguir medicamentos, que bien van desde un Acetaminofén hasta tratamientos contra el cáncer. Es también un país que está en franco deterioro. Un país que ha sido manejado desde la desidia, la ineficiencia, la cobardía y el desgobierno. Un país donde sus representantes no se han molestado en atacar el problema como debe ser, pues más es el tiempo que pierden buscando culpables que alcanzando alianzas para su progreso.

Mientras Maduro decide preservar la revolución, en lugar de rectificar para someter a todos y atornillarse en el poder. Los venezolanos que queremos futuro, progreso y vida, quienes pensamos distinto, no podemos permitir que sigan imponiendo controles, persiguiendo, expropiando y profundizando la crisis.

Llegó la hora de actuar y hacerlo conforme a la ley, de la mejor manera y sin que exista la más mínima oportunidad de que las cosas salgan mal. Juntos tenemos que reactivar la economía y sacar a nuestra Venezuela adelante. Por Venezuela lo único que quiere y nos pide a gritos es que la queramos un poco más.

¡Juntos lo podemos lograr!