A una semana del anuncio de las medidas económicas, los conocidos “bachaqueros” tienen una nueva modalidad. Según denuncian choferes de carros por puesto, en las estaciones de servicio del Zulia donde surten en la noche para el siguiente día, la gasolina de 91 octanos no dura una mañana entera pues los contrabandistas van desde tempranas horas a recargar de combustible, a un bolívar por litro, y agotan el octanaje, publica Versión Final.
Las estaciones de servicio regularmente planifican sus pedidos cada semana, entre 20 mil y 40 mil litros solicitan. La planificación del pedido se realiza de acuerdo al comportamiento de las ventas en la semana, explican los encargados de algunas estaciones de servicio en la ciudad.
Lo acostumbrado era encargar un 70 % de combustible de 95 octanos y un 30 % de 91, pero la demanda ha cambiado drásticamente a favor de la gasolina más económica.
Expectativa y realidad
Este lunes pasado, el ministro de Petróleo, Eulogio Del Pino, durante una entrevista a través de Venezolana de Televisión, demostró en porcentaje que el consumo de 95 octanos decayó un 15 %. “La gasolina de 95 octanos demandaba 73 % (…) Tras la decisión respecto a la gasolina, subió el consumo de la 91 octanos. Se ubica en 42% el consumo de 91 y 58 % la de 95”, detalló.
Además, explicó que un 70 % de los 4 millones 445 mil vehículos que hay en país, requiere gasolina 91, y 30 % la de 95 octanos. Especificó que “antes de aplicar el ajuste de precios, el consumo de gasolina de 91 era de 11 millones de litros por día, y 30 millones litros por día por de la de 95 (…) cuando el parque automotor es invertido”.
La idea, según del Pino, es que los usuarios se inclinen por la tendencia de consumo adecuada, por lo que afirmó que “la gasolina 91 incrementó su consumo a 7 millones de litros más”.
Pero la realidad es distinta. En un recorrido por cinco estaciones de servicio, en diferentes puntos de la ciudad, los choferes de tráfico se quejan por la escasez de gasolina de 91 octanos, denuncian que invierten hasta 700 bolívares diarios para llenar el tanque dos veces por día con el combustible de 95 octanos.
Los usuarios particulares se resignan ante el aumento, creen que la medida era necesaria para mejorar la economía pero la mayoría prefiere no llenar el tanque de su vehículo como lo hacían regularmente, antes del alza. William Torres, consumidor, contó que “desde que se decretó el aumento es primera vez que echo de 95 porque no se me hace rentable. Gastaría semanalmente mil 200 bolívares en llenar el tanque y con el sueldo mínimo no me da”.
Marina Cohen, usuaria, acotó: “Estoy de acuerdo con el aumento siempre y cuando el dinero se invierta para mejorar el país. Antes llenaba mi tanque con tres bolívares, ahora solo echo 100 bolívares de 95 y salgo a hacer diligencias puntuales”. Para los choferes del transporte público tampoco resulta rentable abastecer hasta dos veces por día los carros, “invierto entre 600 y 700 bolívares diarios”, aseveró Brayan Pirela, chofer de la ruta Carmelo.
Producción y despacho
En la estación de servicio Universitaria, en la Ciudad Universitaria, el despacho de combustible no ha tenido ninguna irregularidad; al menos tres veces por semana llega el camión. De cuatro máquinas con las que cuenta la gasolinera solo una está operativa desde hace varios meses, por lo que la venta diaria ronda los 20 mil litros de combustible, explicaron los bomberos.
Cada día tiene su ritmo y depende de la zona el target varía, explicó el encargado de una estación, que prefirió mantener su anonimato. Los lunes y los viernes las ventas son altas; de martes a jueves el comportamiento es regular, mientras que los sábados y domingos el consumo es bajo. Ese era el registro que se manejaba para hacer el pedido, pero el consumo por parte de los clientes ha cambiado. Ahora asisten con más regularidad.
“Todos los días viene el camión y hoy no ha llegado”, indicó Nelson Melean, operador de la estación de servicio Doble R. Además, informó que el camión generalmente abastece 5 mil litros de 91 octanos y 25 mil litros de 95 octanos diariamente. Recalcó que “antes la de 91 duraba hasta tres semanas, a nadie le gustaba echar esa preferían llegar a otra estación antes de llenar el tanque”.
El operador explicó que los clientes regulares de la estación prefieren abastecer el combustible de 95 octanos, a pesar de la diferencia de los cinco bolívares con respecto a la de 91. Desde octubre de 2014, en la estación de servicio de la curva de Molina, el sistema de 91 octanos está dañado, confesó Ramón Romero, operador de la bomba. “Ahí están los tubos arrumados dañándose porque Pdvsa no ha enviado a una cuadrilla a reparar la falla”, denunció.
Cuarenta mil litros surte una gandola a diario en esa estación, contó el operador, mientras se disponía a dar el vuelto del que perdió cinco bolívares de ganancia por no tener “sencillo”. “El cliente ahora paga lo justo, casi no nos quedan propinas”, subrayó decepcionado.
Como pan caliente se vendió el hidrocarburo de 91 octanos en la estación de La Limpia, donde diariamente llegan dos camiones con 14 mil litros de 91 y 24 mil litros de 95. El operador de esa bomba dijo que a las 10 de la mañana se había agotado la gasolina más barata porque todos los clientes llegan preguntando cuál de los dos octanajes hay.
Según declaraciones del secretario de Infraestructura, Jairo Ramírez, tanto la producción como el despacho de combustible de ambos octanajes “son normales”.
Aseguró que “Pdvsa se irá adaptando al mercado y de acuerdo a eso irá surtiendo”, precisó que lo importante es que la gente se vaya acostumbrando a los nuevos precios.