El presidente venezolano, Nicolás Maduro, sumó este sábado a los uniformados a la producción de alimentos, en medio de una severa crisis de escasez, y dos semanas después de crear una empresa militar para explotar petróleo, gas y recursos minerales.
“Da mucha alegría iniciar hoy (…) el lanzamiento del plan de desarrollo agroproductivo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) el plan Ezequiel Zamora Bicentenario, el plan Zamora 200”, anunció Maduro en una alocución transmitida en cadena nacional.
El mandatario precisó que el objetivo es sembrar 470.569 hectáreas, para lo cual cultivarán en los terrenos de “las unidades militares, cuarteles de la República, y lugares donde nuestra Fuerza Armada tiene su centro de operaciones”.
En contraste, los productores venezolanos se quejan de que no reciben divisas por parte del gobierno para adquirir materias primas y producir dentro del país, por lo que adeudan 12.000 millones de dólares a proveedores internacionales.
Maduro indicó que la iniciativa “arranca con la activación de 97 unidades de producción socialista en unión cívico-militar, 135 casas de cultivo, 114 granjas piscícolas y 66 granjas camaroneras”.
Por su parte, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, aseguró que el plan de producción agroalimentaria es una “variante del motor industrial”, refiriéndose a la Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas (CAMIMPEG), creada por el Ejecutivo venezolano el 10 de febrero.
Adscrita al Ministerio de Defensa, esta empresa tendrá competencias similares a Petróleo de Venezuela como la “rehabilitación y mantenimiento de pozos petroleros”, y actividades de comercialización y distribución de “la industria minera, petroquímica, petrolera y gasífera”, según la Gaceta Oficial, órgano en el que se formaliza su creación.
Esta semana, el gobierno venezolano firmó acuerdos con empresas chinas y africanas para la exploración y explotación de un área denominada “Arco Minero”, de casi 112.000 kilómetros cuadrados en el sureste del país.
Venezuela atraviesa una severa crisis agravada por la caída del precio del petróleo -que provee 96% de las divisas del país- y que se ha traducido en una carestía que afecta a más de dos tercios de los productos básicos, con una inflación de 180,9% en 2015. AFP