Los familiares de Joel José Salas (39), apodado el “Chiporro”, asesinado el pasado viernes en el barrio Armando Reverón, desconocen por qué tirotearon al hombre al salir de su quincalla. “El no tenía enemigos. Era una persona dedicada a su trabajo”, aseguraron, al tiempo que exigían una respuesta de parte de las autoridades. Así lo reseña laverdad.com / José Antonio González
Apoyada en un pilar de la morgue de Maracaibo, Yumaira, hermana de la víctima, dijo que Salas tenía siete años viviendo en el barrio con su esposa y sus hijos. Contó que a las 5.00 de la tarde él estaba en el negocio que está en su casa. Cuando salió al frente de la vivienda unos delincuentes se acercaron y le dispararon. Según vecinos no le dijeron nada, ni le quitaron nada. Simplemente lo mataron y huyeron.
La mujer indicó que su pariente no tenía enemigos, ni debía dinero como para que alguien lo quisiera asesinar. Después del tiroteo la Policía científica montó el cadáver a la furgoneta forense y lo llevaron a la morgue. Los testigos decían entre murmullos que no escucharon algún carro o motocicleta en la zona y que los homicidas huyeron a pie.
El comerciante asesinado dejó cuatro hijos y era el mayor de 17 hermanos.