Agentes de salud, apoyados por las Fuerzas Armadas, realizaron hoy acciones de limpieza y combate del mosquito Aedes aegypti en varios barrios de la ciudad de Recife, en el noreste de Brasil y una de las más afectadas por el brote del virus del Zika en el país.
Las autoridades explicaron el que objetivo de la movilización fue detectar y destruir posibles criaderos del mosquito Aedes aegypti, que trasmite tanto el zika como el dengue y el chikunguña.
En Brasil hay una preocupación especial por un elevado número de casos de bebés nacidos con microcefalia posiblemente asociada al virus del Zika, cuya aparición ha coincidido con un aumento de los registros de esa malformación.
Desde el pasado octubre, el Ministerio de Salud de Brasil ha confirmado que 745 niños nacieron con microcefalia, posiblemente a consecuencia del Zika, mientras que investiga si esta malformación afecta a otros 4.231 bebés que han presentado síntomas parecidos.
La mayoría de los casos de microcefalia se han registrado en el noreste del país y, en particular, en el estado de Pernambuco, cuya capital es Recife.
Esta semana, el Gobierno brasileño anunció una inversión de 10,4 millones de reales (2,8 millones de dólares) para investigaciones sobre el zika, enfermedad por la que declaró el estado de emergencia sanitaria en el país.
El anuncio fue realizado durante una visita de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Río de Janeiro, un laboratorio público que trabaja en el desarrollo de una vacuna contra el zika.
Del total de la inversión, 4,4 millones de reales (cerca de 1,2 millones de dólares) serán destinados al desarrollo de la vacuna.
Los 6 millones de reales restantes (unos 1,6 millones de dólares) servirán para financiar las investigaciones previstas en un acuerdo de colaboración contra el virus que Brasil mantiene con el National Institute of Health (NIH) de Estados Unidos. EFE