El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, afirmó hoy que la lucha contra la corrupción es el principal desafío de las democracias latinoamericanas, ya que, entendió, es la causante de la desafección ciudadana hacia las instituciones.
EFE
Durante su intervención en la asamblea plenaria del Congreso Judío Mundial, en Buenos Aires, Almagro repasó los retos destacados de los gobiernos latinoamericanos y el panorama geopolítico mundial en una conferencia en la que advirtió de las fuerzas fundamentalistas que ponen en peligro los valores democráticos.
El titular de la organización regional admitió que a pesar de los logros socioeconómicos obtenidos durante la década pasada en muchos países del continente latinoamericano, la injusticia, la desigualdad, el desempleo o la pobreza todavía ponen en peligro las victorias de los años anteriores.
Para Almagro, el principal desafío de los gobiernos latinoamericanos de cara a los próximos años es la lucha contra la corrupción, una lacra que, a su juicio, aleja a la ciudadanía de las instituciones y del sistema democrático.
“No importa cuántas reformas se aprueben (en) el poder político si no hay señales de esfuerzo para combatir la corrupción”, apuntó el titular de la OEA, quien instó a los Ejecutivos a fijar como prioridad la transparencia y la ética pública, “herramientas esenciales”, dijo, para devolver la confianza a la gente.
Incidió además en la importancia de respetar todos los derechos democráticos y de hacer frente a situaciones humanitarias como la que atraviesa Venezuela, un país, señaló, “desprovisto de medicinas”, al tiempo que urgió a la sociedad a pedir la liberación de cada uno de los “presos políticos” en el continente.
“Si no hacemos nuestra la liberación de cada preso político en el continente, esto significará la criminalización de la protesta y de la disidencia”, advirtió durante su alocución quien también fuera canciller uruguayo durante el mandato del expresidente José Mujica (2010-2015).
Por último, llamó al diálogo entre los pueblos y puntualizó que los retos que el continente tiene por delante exigen a sus sociedades defender la democracia como una herencia de la lucha contra los regímenes antidemocráticos del siglo pasado.
“Los problemas de la democracia se resuelven con más democracia, con más participación, más inclusión y más diálogo”, concluyó Almagro.