“No aplaudir cuando entre Barack Obama y no llevar gorras ni sombreros” son algunas de las advertencias verbales que acompañan a las entradas que se distribuyen para el juego de béisbol entre el equipo cubano y el Tampa Bay Rays el 22 de marzo en el estadio Latinoamericano de La Habana. El Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) ha anunciado que el partido será solo por invitaciones.
Los boletos se están repartiendo entre militantes del Partido Comunista, la Unión de Jóvenes Comunistas y funcionarios confiables, según informaron varias fuentes. Escuelas de formación militar como la Camilo Cienfuegos, ubicada al este de la capital, también llevarán a sus estudiantes vestidos de civil para llenar las gradas del coloso del Cerro.
Las indicaciones incluyen no ir con bolsos ni teléfonos, “ni siquiera se puede llevar la llave de la casa”, cuenta Gonzalo, contador en una empresa estatal donde se han distribuido las invitaciones entre militantes del partido y cuadros administrativos. “Hay que estar allí varias horas antes y no podemos llevar pomos de agua ni ningún otro líquido”, agrega.
La decisión del Inder fue publicada este sábado y ya comienza a levantar molestias entre los seguidores del pasatiempo nacional. En la peña beisbolera la Esquina Caliente, en el Parque Central, la medida no ha sido recibida con agrado. “Al final los verdaderos fanáticos de la pelota se van a quedar fuera”, se queja Luisín, un asistente frecuente de esas discusiones deportivas.
La suspicacia es compartida por muchos seguidores del béisbol, aunque el Inder ha aclarado que serán invitados “aficionados de todos los municipios de la capital, de los centros laborales y estudiantiles, integrantes de las peñas deportivas y otros seguidores fieles a esta disciplina”.
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