KO a las Drogas es un movimiento creado por Gilberto Mendoza para ayudar a prevenir el consumo y tráfico de drogas a través de actividades deportivas. Durante años, inclusive más allá de Venezuela, como presidente de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) emprendió con profunda convicción y empuje esta tarea que se convirtió en una acción permanente, dirigida a preservar la salud de los jóvenes.
Nos consta, por la amistad que nos unió, y los muchos escenarios que compartimos, que fue capaz de renunciar a su emolumento de diputado, para dirigir estos recursos a grupos de la sociedad civil abocados a la prevención de las drogas.
Fueron muchos sus logros sociales y deportivos. Durante 33 años, Gilberto Mendoza presidió la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Solo sus problemas de salud lo separaron de esta labor. El pasado mes de diciembre, su hijo, Gilberto Jesús Mendoza, fue elegido para continuar su valiosa labor..
Gilberto Mendoza asumió la presidencia de la AMB en 1982 y tres años después, en la isla de Margarita, creó el programa emblema de la AMB: KO a las Drogas. Fue la vía para que muchos jóvenes de escasos recursos surgieran como boxeadores. Su propósito fue vincular el boxeo a las comunidades, y alertar a la juventud sobre la necesidad de proteger su salud, rechazando el consumo de drogas. Más allá del ring de boxeo, con charlas en las escuelas, en las comunidades, Gilberto también organizó competencias de otros deportes.
En Aragua, se le conocía bien y se le estimaba. Gilberto también sintió un especial arraigo por la tierra aragüeña, hasta el punto que la población de Turmero fue sede de la AMB hasta 2007, cuando fue trasladada a Panamá.
Hace pocos días, boxeadores de todo el país se reunieron en el Centro Recreacional Yesterday de Turmero, para rendirle un sentido homenaje. Y es que este lugar fue escenario de innumerables eventos boxísticos y uno de los muchos espacios del KO a las Drogas.
Destacaba en Gilberto la fuerza de sus ideas, su sintonía con el mejoramiento de la calidad de vida de los jóvenes. De carácter pertinaz, no hubo barrera que no pudiera derribar cuando se proponía alcanzar una meta. Una frase resume su capacidad de motivar y de liderar: “Vamos a hacerlo, podemos hacerlo, hagámoslo juntos”.
El mejor homenaje que hoy podemos rendirle a Gilberto Mendoza es seguir propinándole un KO a las Drogas, porque un amigo y dirigente deportivo como él, no se despide. Aquí siguen sus luchas, sus aportes. Este es parte del valioso legado que nos deja Gilberto, cuya partida duele a su familia, pero también a quienes fuimos sus amigos.
Su trayectoria misma, sencilla, comprometida y honesta, es una lección de vida para todos los venezolanos, en estos tiempos de derrumbe de valores.