Lapatilla
Colas para acceder a la comida, amenaza de un apagón eléctrico inminente, delincuencia desatada como la inflación. A este rosario de calamidades, los venezolanos tienen que sumar otra más: las hostias consagradas para comulgar están limitadas.
“Eso lo saben las Hermanas “Siervas de Jesús”, encargadas de producir hostias para casi todas las iglesias de Caracas. De acuerdo con la madre María Concepción Gómez, quien suma 15 años el frente del centro, más de una congregación ha tenido que cerrar sus puertas y parar su producción por dos razones: la falta de religiosos con vocación y la falta de harina”.