El presidente de Cuba, Raúl Castro, ofreció ayer una cena de Estado en el Palacio de la Revolución para agasajar con música y comida cubana a su homólogo de EEUU, Barack Obama, y a la delegación que ha viajado con él a La Habana.
Una orquesta cubana se encargó de amenizar la cena, cuyo plato principal fue cerdo al estilo tradicional acompañado de plátanos fritos.
Obama y su esposa, Michelle Obama, entraron al salón donde se celebró la cena acompañados de Castro y fueron recibidos con aplausos.
La primera dama llevaba un vestido a la altura de la rodilla con estampado floral sobre un fondo negro.
En la mesa presidencial se sentaron, junto a Castro y el matrimonio Obama, el secretario de Estado, John Kerry, la congresista demócrata Nancy Pelosi y las asesoras presidenciales Susan Rice y Valerie Jarrett, por la parte estadounidense.
Por la parte cubana estaban el primer vicepresidente de la isla, Miguel Díaz-Canel, el canciller Bruno Rodríguez y el presidente de la Asamblea Nacional cubana, Esteban Lazo.
Dentro de la mesa presidencial, Pelosi y Jarrett estuvieron entre las más sonrientes y las que más disfrutaron de la música cubana.
Además de su mujer, sus dos hijas, Malia y Sasha, y su suegra, Marian Robinson, una delegación de cerca de 40 congresistas estadounidenses, entre ellos varios republicanos, acompaña a Obama en este histórico viaje a Cuba.
Obama y Castro se reunieron durante la mañana en el Palacio de la Revolución para seguir avanzando en la normalización bilateral anunciada hace 15 meses y después el presidente estadounidense participó en un foro con pequeños empresarios del incipiente sector privado cubano.
Mañana martes, antes de dejar la isla rumbo a Argentina, Obama dará un discurso dirigido al pueblo cubano y después mantendrá una reunión con disidentes y miembros de la sociedad civil. EFE