Unos 20 proyectiles atravesaron el escultural cuerpo de Johan José Bravo Hernández, un travesti de 33 años. A “Johana la 15”, como se hacía llamar la víctima, la tirotearon en el balneario El Buque, ubicado en la parroquia Altagracia, municipio Miranda. Así lo reseña laverdad.com
Nadie pudo hacer nada por detener a los pistoleros. Los testigos declararon a la Policía que ocho desconocidos con armas largas y cortas irrumpieron en la playa para asesinar a quien describieron como “el alma de las fiestas”.
Los presentes corrieron. “Johana la 15” intentó esconderse, pero no lo logró. Todos los proyectiles iban contra ella. No hubo otro herido. Uno de los desconocidos le disparó en la pierna para dejarla inmóvil y luego se acercó para rematarla, mientras el resto de sus cómplices permanecían en puntos estratégicos. Cuidaban el área para asegurar el escape.
Los allegados comentaron que casi todos los días de la Semana Mayor, Bravo Hernández compartió con sus amistades y familiares en el balneario y nunca notaron algo extraño. “Ella siempre estaba pendiente de todo. Nunca sufrió un atentado. A ella la respetaban”, dijo un amigo quien prefirió ocultar su identidad.
Los funcionarios de la Policía regional y Polimiranda acordonaron el área. Aunque patrullaron por las zonas aledañas no hallaron a ninguno de los responsables del crimen.
Se conoció que Bravo Hernández trabajaba como prestamista, sin embargo, también se le vinculó con hechos de extorsión en la localidad costeña. Efectivos del cuerpo detectivesco indagan entre sus allegados. No descartan ninguna hipótesis.
El cuerpo de “Johana la 15” fue trasladado a la morgue del Hospital de Cabimas para hacerle la necropsia de ley. El hombre era hijo de Tiberio Bravo, profesor y reconocido político del municipio mirandino.