Los ingenieros Manuel Guevara y Paulo de Oliveira descartan la posibilidad de que en Venezuela ocurra un apagón total, pero no tienen duda de que el país entrará en los próximos días en una fase de emergencia o colapso eléctrico, dependiendo del momento en que se inicien las lluvias.
Nota de prensa
En un estudio en el que analizan la situación eléctrica del país al 27 de marzo, esbozan los tres posibles escenarios que se podrían presentar y aseguran que ninguno es alentador, pues cualquiera de ellos “tendrá un alto impacto económico, social y político”.
“Corpoelec está intentando demorar el descenso del embalse de Guri hasta 244 msnm (metros sobre el nivel del mar) a la espera de las lluvias. Sin embargo, sería un milagro que llueva en abril”, sostienen.
La capacidad de generación disponible en megavatio (MW) está entre 17.000 a 18.000 MW, de los cuales 2/3 son hidroeléctricos y 1/3 son térmicos. Aproximadamente el 65% de la energía (GWh) que consumimos es hidráulica.
“La actual emergencia eléctrica se debe a que no hay suficiente capacidad de generación térmica disponible que permita bajar el aporte de la planta hidroeléctrica de Guri y atender plenamente la demanda. La utilización intensiva del Guri ha conducido a que la altura del embalse baje a un ritmo que, de proseguir, pondría en peligro la integridad física de las turbinas”, explican.
“En la presente coyuntura o se raciona la electricidad, con todo los costos económicos y políticos que eso acarrea, o se corre el riesgo de perder unos activos fundamentales para la vida del país y el racionamiento sería duradero”, advierten.
Posibles escenarios
Con el primer escenario – que las lluvias comiencen a mediados de abril – el país estaría en una situación de emergencia eléctrica; con el segundo – lluvias a finales de abril o comienzos de mayo – habría un colapso eléctrico moderado; y con el tercero – lluvias a mediados o finales de mayo – sería un colapso eléctrico fuerte, señalan los expertos en su estudio.
Escenario 1: emergencia eléctrica
A pesar de los riesgos, Corpoelec podría continuar explotando el Guri solo con la casa de máquinas 2 hasta una cota por debajo de los 244 msnm pero sin llegar a 240 msnm (considerada la “cota de colapso”); con lo cual la capacidad de generación disponible del Guri para mediados de abril sería aproximadamente de 4.500 MW.
Con el actual esquema de racionamiento y un descenso del embalse estimado en 15 cms/día, se alcanzaría la cota 241 msnm en la última semana de abril. “Oficialmente no existe colapso, a pesar de operar el embalse en la zona llamada por los especialistas ‘de colapso’”, aclaran.
En una situación como la descrita se mantendría el racionamiento de energía en el país, con excepción de Caracas. Consecuencias: se afectan la actividad industrial y comercial y el consumo residencial en el interior del país.
Escenario 2: colapso eléctrico moderado
Corpoelec desincorpora las 5 turbinas disponibles en la casa de máquinas 2, cuya toma de agua está situada a la cota de 236 msnm. Las dos turbinas restantes de la casa de máquinas 2 (a nivel 219 msnm) continuarían generando. Se incorporarían las 7 unidades disponibles en la casa de máquinas 1. En este escenario, la capacidad disponible del Guri para finales de abril sería de aproximadamente 3.500 MW, es decir, habría una restricción de 1.000 MW adicionales a los del primer escenario.
En este caso, además de los racionamientos en el interior del país, es posible que haya racionamiento en áreas periféricas de Caracas como Guarenas, Guatire, el Tuy y algunas urbanizaciones. Consecuencias: se afectan seriamente la actividad industrial y comercial y el consumo residencial.
Escenario 3: colapso eléctrico fuerte
En este escenario Corpoelec sólo operaría con la casa de máquinas 1. Esta situación obligará a intensificar el racionamiento de energía en todo el país, inclusive en zonas no centrales o periféricas de Caracas, de cuatro o más horas diarias. El racionamiento severo se mantendría hasta que empiecen las lluvias y comience la recuperación del embalse de Guri. En ningún caso será un apagón total.
Corpoelec debería presentar plan de racionamiento y comprometerse a su cumplimiento, para reducir los daños sobre los artefactos y equipos, pero preservando el funcionamiento de servicios fundamentales como Hidroven, metro, ferrocarril, hospitales, alumbrado público y preservar la cadena de frío. Consecuencias: se afectan seriamente las actividades residencial, industrial y comercial. Serias consecuencias políticas y sociales en las grandes ciudades.