Al pasar la Semana Mayor en familia y compartiendo con mis vecinos del municipio Sucre tuve la oportunidad de reflexionar sobre lo que somos y cómo una tradición que lleva más de un siglo en nuestra localidad, que nos une como feligreses de una misma iglesia y con la fe de avanzar, nos puede definir.
En el recorrido de los 7 templos compartí con mujeres y hombres alegres y llenos de fe; como es el caso de Marta Rivera quien tiene la tradición de compartir con nosotros la Semana Santa. Ella me contó acerca de su familia, como trabajan a diario y sin duda alguna me sentí identificado con ella.
Porque así como ella, todos los venezolanos nos levantamos temprano y salimos a trabajar a diario en lo que mejor sabemos hacer y con la amabilidad de una sonrisa aunque las adversidades nos nublen. Porque así como ella, respetamos la opinión y las creencias del otro, las leyes que nos rigen y tenemos como meta superarnos cada día; que nuestros hijos tengan mejores oportunidades que las nuestras y al llegar a casa escuchar con orgullo todos los logros alcanzados.
Dicen que hubo un tiempo en que Venezuela fue el país de las oportunidades y lo posible, yo afirmo que aún lo somos porque lo veo en cada uno de los venezolanos con los que comparto a diario. Lo veo en mis vecinos de Sucre que con trabajo salen adelante; en aquellos empresarios que apuestan por la producción en nuestro país pese a las trabas; en la sonrisa de mis hijos que adoran vivir en este paraíso llamado Venezuela.
Somos un país de amabilidad, valores y respeto; con vocación de trabajo, pero sobre todo con muchas ganas de progresar. ¡Y lo hemos demostrado!
Pese a las adversidades, seguimos creyendo en Venezuela, por eso queremos tener un gobierno que también apueste a ella; un gobierno que vuelva a aflorar lo mejor de nosotros como sociedad, que nos dé la oportunidad de avanzar hacia un país de posibilidades y trabajo, para todos por igual.
La exigencia de los venezolanos es clara. Revocar los problemas que vivimos día a día. Acabar con la escasez de alimentos, de medicinas y de productos de primera necesidad. Combatir la delincuencia y la corrupción. Revocar a quienes nos hundieron en la peor crisis de nuestra historia, a Nicolás Maduro y a su combo de enchufados.
Y ante la falta de respuesta del Consejo Nacional Electoral sobre la petición de referendo le advertimos a Tibisay Lucena que no puede quitarnos nuestro derecho de revocar a Maduro. Un CNE parcializado no podrá con las ganas de cambio definitivo que tenemos los venezolanos. Somos millones los que queremos revocar la crisis.
#RevocatorioYA