La revista británica The Economist ha realizado un reportaje en donde son señaladas las similitudes que tiene Venezuela con un Zimbabwe de hace 15 años. Como principal característica resalta el “sufrir” bajo el mandato de líderes carismáticos y revolucionarios, pues si bien culturalmente las naciones son muy diferentes a nivel político no.
Así como Mugabe tomó bajo su poder grandes granjas y agricultoras sin ningún tipo de compensación para sus dueños y destruyó la mayor industria de Zimbabwe, Hugo Chávez expropió todo tipo de industrias bajo su capricho, despidió a 20.000 trabajadores de la estatal petrolera PDVSA y los reemplazó con 10.000 “adeptos incompetentes”.
Pero no es solo en este aspecto en donde los homólogos se asemejan. En el año 2000 Mugabe perdió un referendum, pero preparó las elecciones subsiguientes para mantener fuera del poder a la oposición zimbabwense. Por su parte los chavistas perdieron las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015, sin embargo usaron el poder presidencial para controlar a la Corte Suprema y neutralizar a sus adversarios que contaban con mayor popularidad.
Ambos mandatarios profesaban su preocupación por los pobres y establecieron un control de precios para que los productos fueran más accesibles, lo que generó acaparamiento por parte de la población y el establecimiento de un mercado negro de productos.
Para intimidar a sus oponentes, Chávez estableció los llamados Colectivos, bandas delictivas de sectores populares; por su parte Mugabe reclutó una milicia de “veteranos de guerra”.
The Economist, resalta que la mayor similitud entre ambos gobiernos es la mala política económica o su “ineptitud” en la materia, en donde se cree que la inflación, escasez y un muy bajo nivel de vida puede ser escondida tras grandes desfiles militares.
Mientras Chávez y ahora Maduro, inculpan a Estados Unidos sobre los destrosos económicos de Venezuela, Mugabe ha arremetido contra los “homosexuales”, “traidores”, “especuladores” y por supuesto “imperialistas”.
Pero mientras los venezolanos atraviesan el denso camino de un crisis que no solo abarca la economía sino los servicios básicos, la seguridad, el sector alimenticio y farmacéutico, Zimbabwe abandonó su monera sin valor, luego de una inflación de 80.000.000% en 2008, para utilizar el dólar y otras monedas extranjeras lo que ayudó a una recuperación parcial del país.
The Economist termina el artículo diciendo: “Para los venezolonalos la lección es clara. Si se produce el error de elegir de nuevo un modelo Mugabista, las cosas solo empeoraran. La oposición venezolana esta dispuesta a cambiar el rumbo. La poca idea de Maduro de cómo salir de la crisis les da la oportunidad, pues éste afirma que la escasez puede ser abordada si cada familia cria sus propios pollos”.
Aquí puede encontrar el artículo en inglés
Vía NTN24