La guerrilla de las FARC espera poder cerrar en el actual ciclo de negociaciones de paz un acuerdo sobre garantías de seguridad y desmonte del paramilitarismo, asunto que se trata en una comisión que lideran el general Óscar Naranjo y el jefe insurgente Pablo Catatumbo, alias de Jorge Torres Victoria.
EFE
“Tratamos de culminar todo lo que tiene que ver con la seguridad jurídica, la seguridad personal y el desmonte y desarticulación de toda la estructura que sostiene el paramilitarismo”, señaló hoy a la prensa el guerrillero Pastor Alape, alias de Félix Antonio Muñoz Lascarro.
Tras incumplir el plazo del 23 de marzo para firmar la paz, las delegaciones del Gobierno de Colombia y de las FARC reiniciaron el pasado miércoles las negociaciones en La Habana, con complejos asuntos que solucionar como el alto el fuego bilateral, los tiempos de la dejación de armas y el número y condiciones de seguridad de zonas de ubicación de los guerrilleros para su desmovilización.
Alape adelantó que, con el objetivo de “tratar de sacar acuerdos”, la comisión que lideran el general Naranjo y Catatumbo retomó hoy el trabajo para llegar a un consenso en el desmonte del paramilitarismo y cumplir con las condiciones de seguridad que la guerrilla exige para su desarme.
Las partes tenían previsto haber anunciado ese acuerdo en la fecha del 23 de marzo, aunque finalmente no fue posible.
“Hay que acabar con toda esa estructura regional y nacional que viene promoviendo la guerra y que han hecho grandes esfuerzos por que la paz no pueda librarse en Colombia”, indicó hoy Alape, que respondió preguntas de la prensa en La Habana.
El jefe guerrillero aclaró que el problema del paramilitarismo es “muy profundo”, debido a las “alianzas” de estas estructuras con sectores políticos y económicos, así como con las fuerzas de seguridad del Estado, cuya visión de la defensa nacional se basó durante mucho tiempo en “el anticomunismo y la contrainsurgencia”.
“Eso implica que hay que profundizar partiendo desde la misma concepción de la defensa nacional que ha caracterizado al Estado colombiano”, explicó Alape, quien destacó que también hay que “desmontar las estructuras políticas que alimentan ese problema”.
Sobre las negociaciones que el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos pronto iniciará con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda guerrilla de Colombia, Alape indicó que se trata de dos procesos de paz diferentes con el “objetivo común que es la paz”.
“Las dos fuerzas (las FARC y el ELN) nos hemos comprometido en alcanzar un acuerdo que beneficie a toda la nación, que realmente la paz la sienta la mayoría de los colombianos. Cada uno venimos de una experiencia, una historia de lucha, pero ahora nos ponemos a disposición de la construcción de la paz”, explicó.