Mucha gente sintió que no es posible un cambio pacífico y democrático en Venezuela al ver las agresiones contra la oposición a las puertas del CNE ante la mirada cómplice de la GN o cuando vio a Maduro enloquecido en una arenga contra la Ley de Amnistía y amenazando con liquidar a la Asamblea Nacional, utilizando al Poder Judicial. Que sintamos desaliento es justamente lo que quiere el gobierno y en alguna medida han logrado su objetivo: con tristeza, buscando futuro, más de un millón de venezolanos se han ido del país. Y ahora, ante la posibilidad de ser revocado, el régimen aspira que se vayan más, que menos gente vote y todos se resignen a esta larga pesadilla. Pero ahora hay otra realidad, esa fue la misma estrategia usada para evitar las elecciones parlamentarias, amilanar al país opositor y promover la abstención. Sin embargo, el resultado fue una votación masiva y una paliza monumental. Entonces ¿Cómo interpretar el momento para superar la crisis?¿Cuál es la realidad de Nicolás Maduro?
La violencia verbal y física de Maduro y sus cómplices callejeros, son signos de desesperación, evidencian la inmensa debilidad del régimen y la cobardía de una cúpula podrida incapaz de dar respuesta al país. Lejos de desalentar, estas tropelías nos confirman que vamos en la ruta correcta y que ciertamente es urgente revocar al irresponsable en cuestión.No vimos a un Jefe de Estado seguro de su liderazgo sino a un hombre asustado, enloquecido, pegando gritos y abrazando la disparatada propuesta del adulante y sinvergüenza Herman Escarrá, el mismo que los insultaba meses atrás, que proponía una “marcha sin retorno” contra ellos y amenazó al insepulto con ponerlo tras las rejas por los crímenes cometidos. Si ahora ese es el asesor de Maduro, saque usted sus propias conclusiones.Más aún, que el TSJ reduzca el mandato de la Asamblea Nacional no sólo es una propuesta descabellada e inaplicable sino que muestra la vocación golpista de Maduro y su pandilla, debilita al gobierno en los escenarios internacionales y abre la posibilidad cierta de activar la Carta Democrática Interamericana. Es decir, esa propuesta del voluminoso zángano solo le complica el panorama al régimen.
Un observador agudo también notaría que se trata de un gobierno sin pueblo. En efecto, la concentración convocada para oír el llantén de Maduro era en realidad una mini asamblea presentada -gracias a los efectos de cámara- como una multitud. Un detalle adicional: los aplaudidores portaban unos carteles con un “NO” inmenso y otras palabras en letras pequeñas ¿Era NO a la Ley de Amnistía o saben que es inevitable el revocatorio y ya están en campaña? Sin duda, todo es parte de un show electorero.
Finalmente, aunque ahora tenemos certeza sobre la ruta para cambiar el gobierno, también tenemos claro que el parlamento se desgasta y que objetivo requiere presión social e internacional. Y nos referimos a una acción de calle vigorosa pero pacífica, sin pisar el peine de la violencia que invoca y promueve el gobierno. En fin, no es cruzados de brazos como saldremos de esta oscurana… #RevocatorioYA
@richcasanova