El Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria, dependiente del Ministerio de Salud, tiene pleno conocimiento de la venta ilícita de medicamentos que se hace en el mercado Las Pulgas, ubicado en el centro de Maracaibo. Este espacio se ha convertido en el sitio del bachaqueo de las medicinas, que desaparecieron de las farmacias de la capital zuliana, reseñó Panorama.
Keila Vílchez Boscán
En la denuncia hecha por PANORAMA, se evidenció cómo se hace el expendio indiscriminado de antihipertensivos, antibióticos, vitaminas, expectorantes, entre otros, en los pasillos de este mercado popular. Todo sin récipe en mano.
El secretario de Salud, Richard Hill, precisó que esta semana sostuvo una reunión con los representantes de la Contraloría sanitaria en la región para revisar este problema y aseguró: “Ellos están enterados de ello, tienen la denuncia de la venta de medicinas, con marcas comerciales, que se hace en los alrededores de los centros de salud y en este tipo mercados en la ciudad”.
Hill indicó que se debe investigar cómo llegaron esos medicamentos hasta estos sitios, que no tienen ninguna permisología y donde se venden sin ningún tipo de control. “Hay que ver cómo llegan esos insumos y medicinas hasta allí, porque quienes tienen el permiso son las farmacias, la Contraloría sanitaria tiene que investigar qué está sucediendo desde las farmacias hacia afuera, porque no es justo que los pacientes no hallen en las farmacias nada y en Las Pulgas lo encuentres”.
La presidenta del Colegio de Médicos y diputada a la Asamblea Nacional (AN), Dianela Parra, exigió a la contraloría que se habilite “de inmediato” un mecanismo que permita controlar este tipo de venta ilegal, donde los buhoneros cuadruplican el precio real del compuesto médico. “Esto es un bachaqueo de medicamentos, que está a la vista de todos, y que no se toman medidas al respecto”.
Aseguró que el Ministerio de Salud debería tener formados fiscales en todo el país, que se dediquen a la supervisión de este problema.
Según indicó Hill, es un riesgo comprar en estos mercados los fármacos, pues a pesar de que cuentan con la presentación y marca comercial, “se desconoce el origen verdadero del medicamento, que carece de un control, que si lo llevan en las farmacias”.
Los compradores acuden, movidos por la desesperación, a este centro de la ilegalidad que impone sus reglas.
Sobre este aspecto, Parra indicó que muchas veces estas medicinas vienen de Colombia. “A pesar que la frontera está cerrada, se siguen filtrando medicamentos que no cumplen con los requisitos y normas de importación de fármacos que lleva el ministerio”.
La diputada explicó que es precisamente la Contraloría sanitaria la encargada de velar y vigilar por la calidad de los productos farmacéuticos que ingresan y se expenden en el país. “Antes de ser vendido al público este debe pasar por la verificación de la calidad del producto, que lo realiza el Instituto Rafael Rangel, en Caracas, que es un instituto autónomo, pero que trabaja con la tutela del ministerio. Este instituto se encarga de validar la composición del producto y dar la autorización para que este pueda ser vendido en los locales debidamente acreditados”.
El secretario de Salud precisó que la denuncia también la maneja los representantes de la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi-Zulia) y la Región Estratégica de Defensa Integral en Occidente (Redi), con quienes se esta articulando para ver cómo intervienen en la grave situación.
En el mercado los que imponen la ley son los vendedores informales. Esto por encima de la Gaceta Oficial 40.526, de fecha 24 de octubre de 2014, en la que expresamente se establece que productos alimenticios, de higiene personal, para la salud, para la educación y la vivienda, y de aluminio, hierro, acero, cartón y papel no podrán ser vendidos a través del comercio informal, ambulante o eventual.