En el Hospital Central de San Cristóbal las madres con VIH son sometidas a partos naturales y no se les practican cesáreas para traer a sus hijos al mundo, lo que expone a los bebés al virus.
Eleonora Delgado / El Nacional
José Franco, infectólogo pediatra y miembro del Comité de Muertes Maternas e Infantiles del principal centro asistencial del estado fronterizo, denunció que el hospital central no cuenta con las barreras de protección para frenar el contagio de esa enfermedad.
Las carencias y penurias a las que son sometidas las parturientas y sus bebés son innumerables en ese centro asistencial. Franco también mencionó que el sitio tampoco posee el material para hacer la serología a las madres con VIH y medirles la carga viral, con el fin de saber qué tan expuesto podría estar el neonato.
En el área de Pediatría no hay equipos para las punciones lumbares ni los médicos disponen del que se necesita para ingresar al área y evitar la contaminación. No hay alcohol ni jabón para lavarse las manos después de ver a un paciente y atender al siguiente, para así evitar la transmisión de infecciones entre uno y otro bebé.
En emergencia Pediátrica –localizada en Unidad de Cuidados Especiales Pediátricos– no hay monitores para signos vitales, tampoco un ventilador mecánico que sirva, ni personal de enfermería capacitado. Tampoco, soluciones ni bomba de infusión.
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