Los indicadores de gestión del gobierno arrojan cifras negativas. Desde la llegada de Maduro al poder tenemos los fenómenos de hiper inflación, hiper devaluación, hiper escasez y un aumento rampante de la criminalidad.
El gobierno de Maduro se ha aprovechado de la crisis económica para aferrarse al poder. El pueblo se mantiene ocupado en situación de supervivencia y es poco lo que puede hacer desde el punto de vista de organización política para exigir al gobierno que gobierne.
La Asamblea Nacional está llamada a hacer valer el papel que le corresponde jugar en la institucionalidad venezolana. Para ello es el momento de la política y de la calle. Está demostrado que el gobierno no está dispuesto a jugar limpio y que por lo tanto, debe haber presión popular para que el gobierno gobierne y acepte las reglas de juego.