Los ingresos de la población trabajadora u ocupada no alcanzan para cubrir la necesidad básica del hogar y de consumo de alimentos. Son efectos de la inflación que reflejan una caída del poder adquisitivo. Con ese indicador inclinado se ponen en relieve que “tres cuartos de la población está en pobreza”, advierte Lissette González, socióloga de la Universidad Católica Andrés Bello, en el ciclo de conferencias de las jornadas internacionales de economía, política y sociedad de la LUZ. Así lo reseña laverdad.com / Yasmín Ojeda
En investigación multidisciplinaria de la UCAB y UCV, se levantó un estudio a octubre de 2015 que alertaba “pobreza por los ingresos, directamente relacionada al efecto de la inflación”. Datos extraoficiales al cierre de año señalan que el indicador nacional de precio al consumidor se situó en 271,7 por ciento, un saltó de más del doble de 68,5 por ciento ubicado en 2014.
González destacó a La Verdad que a pesar de que el Gobierno con el gasto social intenta contener las variables, desde 2009 se extiende la disminución de la intervención social ante la inflación galopante en el quehacer de la población. La crisis económica aplasta los ingresos de la clase trabajadora, asalariada e impacta en las fortalezas financieras del Estado en el gasto social.
Y en medio de estas tensiones la población busca medios de sustentos. Surge una nueva economía informal en la que se consolidan los “bachaqueros”, que no devengan un salario real porque tampoco puede sostenerse frente a las espirales inflacionarias. Y es que “lo que hoy cuenta 100 bolívares, mañana costará 100”. Así sucede con quienes tiene un salario formal, los indicadores aumentan y en ingreso se mantiene. “No crece al mismo ritmo”.
Datos oficiales sobre el comportamiento del ingreso familiar y la pobreza no están actualizados. Hasta el primer semestre de 2013 están estancados los registros recogidos mensualmente de la encuesta familiar. Frente la crecida inflación el Estado tiene cuesta arriba atender las metas macrosociales de reducción de la pobreza y pobreza extrema. La meta a 2019 es contener la pobreza en 15 por ciento y desaparecer la pobreza extrema.