El diputado Francisco Cardier considera como un caso de “Usted no lo Crea” que Ciudad Guayana con cinco represas a su alrededor y dos ríos, le estén racionando el agua y la electricidad, a sus habitantes.
Prensa Proyecto Venezuela
Proyecto Venezuela considera que la demagogia, el abandono y la desidia como se ha manejado el problema eléctrico en el estado Bolívar por parte del gobierno nacional, denunciaron el diputado regional y presidente del partido en el estado, diputado Francisco Cardier.
Recordó que la represa hidroeléctrica Tocoma, estaba pautada para ser inaugurada en el año 2012, que debería estar generando 2.540 megavatios, para generar una energía media anual de 12.100 GWh. Con diez unidades generadoras Kaplan de 230 MW, fabricadas por la empresa argentina IMPSA.
Además de una intentona fallida de asesoría cubana, se compraron dos plantas termoeléctricas, que se encuentran en Sidor, cuando la crisis energética del 2008, una abandonada que la cubre el monte, y otra que está trabajando al 15 por ciento, denunció el diputado.
Mientras a los guayaneses se les raciona la luz, a los brasileños se les envía energía eléctrica desde la represa de Macagua, mientras que a la propia Ciudad Guayana y todos los pueblos del sur del estado Bolívar, han sufrido el problema de los cortes del servicio si previo aviso, y ahora, los anunciados, que no se cumplen debidamente, y a los habitantes se les dañan sus equipo eléctricos como neveras, aires acondicionados, y otros enseres, agregó.
Solo Boa Vista en Brasil recibe 120 megavatios sin interrupción , aunque sea un convenio entre los dos países, en las actuales circunstancias de emergencia nacional, queda en evidencia que para el régimen el pueblo no es prioritario,
“Todo esto tiene que ver con los acuerdos y favores entre la empresa Odebrecht de Brasil, y el pasado gobierno de Lula, que facilitaron la entrada de Venezuela en el Mercosur, organismo que muy poco aporta al desarrollo del país”, dijo Cardier.
Aquí en Guayana y en todo el país, siguen imperando la desidia, la ineficacia, y el motor de la corrupción de un ala militar, que coquetea con el socialismo, pero que practican un capitalismo salvaje, llevándose fuera del país, recursos millonarios de todos los venezolanos en forma irregular.
Mientras tanto las grandes empresas, como la pequeña y mediana industria, y los pequeños comerciantes sufren los embates de un manejo erróneo de la economía, donde el pueblo es el más afectado, porque mientras mas aumenta el sueldo mínimo, mayor es la inflación, acotó.
“Ayer una canilla de pan costaba cuatrocientos bolívares, y el domingo amanecieron vendiéndola a seiscientos, al igual que un pote de liga de frenos que de Bs.70,00 pasó a costar B.900,00, que se supone es hecha en el país”, denunció Cardier, ya para finalizar.