Estaba cantado. La experiencia de estos años de lucha así lo ha enseñado. A menudo se afirma que la memoria de los venezolanos es frágil. Las demostraciones son muy recientes para el olvido. Los avances y éxitos obtenidos poseen unas constantes, unas claves que se reiteran. De una de ellas se desprenden todas las demás. La Unidad constituye el factor decisivo para lograr nuestros objetivos. La unidad de propósitos, la unidad estratégica, la conducción unitaria y la unidad de acción constituyen condiciones sine qua non para poder obtener la victoria.
Esos rasgos se evidenciaron nuevamente en la exitosa jornada de la pasada semana, al jerarquizar en primer término como alternativa democrática el referéndum revocatorio y al incorporarse a esa actividad todas las organizaciones que integran la Mesa de la Unidad, se pudo lograr ese rotundo éxito.
Haber recolectado más de dos millones y medio de firmas en un par de días para el revocatorio, fue posible gracias al cumplimiento de las claves que han sido constantes en todos los logros de la alianza opositora, nuevamente se evidenció la importancia estratégica de la unidad. Ella es imprescindible para alcanzar el cambio político y lo será también para asumir las tareas de reconstrucción del país.
El firmazo ademas refrendó el apoyo mayoritario a la alternativa constitucional democrática y electoral como desembocadura a la crisis actual, la disposición a recorrer ese trayecto aún a conciencia de las dificultades y de los obstáculos. La oposición democrática paso a la ofensiva, sorprendiendo al gobierno y colocándolo a la defensiva.
La presión democrática -que debe mantenerse- hacia el Consejo Nacional Electoral surtió su efecto, junto a las protestas sociales contra la escasez y el racionamiento obligaron al gobierno a retroceder.
En las principales ciudades y en diversos pueblos se movilizaron centenares de miles de ciudadanos que con su rúbrica exigieron el cambio, escogiendo esa forma de protestar y esa manera de “tomar la calle” que tuvo amplia repercusión y a la vez evadió la acción represiva.
La MUD acertó en convocar la movilización para el CNE al igual que transformar los lugares de concentración en puntos de recolección cuando le fue entregada la famosa planilla. Este ha sido un paso importante, pero solo un paso inicial. Hay que seguir manteniendo la iniciativa y desplegándola ante las maniobras del gobierno a demorar las otras etapas del proceso. A decisiones y “normas sobrevenidas” que intentarán las damas del organismo electoral. Una de ellas ya hizo una curiosa interpretación según la cual; la innecesaria verificación de estas primeras firmas se hará dentro de un mes. Está claro que el CNE dispondrá de cinco días continuos para verificar las firmas después de su entrega, cualquier otra interpretación solo obedece al propósito del gobierno de retardar la celebración del referéndum.
Estas firmas refrendan las posibilidades reales de alcanzar nuestras metas, perseverar en la ruta diseñada, mantener la unidad en sus diferentes facetas, la iniciativa para seguir avanzando y colocarnos a tono con la exigencia histórica de lograr el cambio político para despejar el futuro y conquistar una sociedad de progreso y de paz.