El ministro saudita de petróleo, Ali al Nuaimi, fue destituido por decreto real después de casi 21 años en la cartera petrolera del mayor exportador mundial de crudo, informó este sábado la televisión estatal El-Ikhbariya.
AFP
Nuaimi, considerado como el hombre más influyente en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), fue reemplazado por Jaled al-Faleh, designado en una cartera que incluye Energía, Industria y de Recursos Mineros, según decisión del rey Salman.
Por otro lado, el soberano disolvió el ministerio de Electricidad y Agua, mientras que la reducción de las subvenciones del Estado en estos servicios públicos suscitó revuelos en el reino. El rey tomó esta decisión en el marco de sus políticas de austeridad a causa de la caída de los ingresos por petróleo.
En virtud de una serie de decretos del rey, varios ministros fueron destituidos o cambiaron de cartera. También se nombró un nuevo gobernador para el banco central.
La salida de Nuaimi ocurre al cabo de dos años en que el reino ejecutó una política que ayudó al hundimiento de los precios internacionales y en cuyo transcurso, para evitar perder mercados ante países de fuera de la OPEP, se opuso a reducciones concertadas de producción.
En enero el Financial Times había escrito que Nuaimi había manifestado al rey Salmán su interés de dejar el cargo y jubilarse.
“Ali al Nuaimi sigue siendo el hombre más poderoso del mundo en el campo del petróleo”, recogió la revista estadounidense Forbes en 2014, situándolo en el 50º puesto de las personalidades más poderosas del planeta.
Nacido en 1935, Nuaimi estudió en la universidad de Stanford antes de convertirse, en 1983, en presidente del gigante petrolero Aramco.
En 1995 fue nombrado ministro de Petróleo, un puesto que había conservado hasta la fecha pese a las reorganización ministerial que había efectuado el rey Salman desde su llegada al trono en enero de 2015.
El reino, primera economía del mundo árabe y primer exportador de petróleo, se está viendo fuertemente afectado por la caída de los precios del crudo.
En este contexto, el vicepríncipe heredero Mohamed ben Salman anunció el pasado 25 de abril la intención de su país de vender en la bolsa una parte de Aramco y así dotarse de un fondo soberano de 2.000 miles de millones de dólares, el más grande del mundo, como parte de un amplio plan para reducir su dependencia del petróleo.
El programa, presentado como “una hoja de ruta” para el desarrollo del reino durante los próximos 15 años, está destinado a diversificar la economía saudí, que depende en más del 70% del petróleo, justo cuando los precios de éste están en caída libre desde hace unos dos años.