En la historia de la plástica nacional escribió su nombre el margariteño Francisco Narváez. En Maracaibo hay suyo, un juego de seis altorrelieves que decoran la fachada del edificio del Banco Agrícola y Pecuario (BAP), en la avenida 1 con calle 98, en La Ciega. Uno de ellos está casi destruido, publica Panorama.
Se trata de una pieza localizada en el ala sur del edificio. Mide tres metros de alto por uno y medio de ancho, y es una losa de piedra, tallada, en la que se representa un cocotero, con pájaros y aves, y una planta de café.
Hay otras tres piezas idénticas, una, justo encima de la pieza faltante, y otras dos en el lado oeste. De la pieza rota, parecen haberse llevado la casi totalidad de la parte superior, y un cuadro, de aproximadamente setenta centímetros de ancho por un metro de alto, de la figura inferior.
“Este edificio está abandonado hace años”, dice Marcos Linares, quien lava carros justo frente al lugar, en el lado oeste, sobre la avenida 1. “Hace tiempo había un proyecto para restaurarlo, pero eso se abandonó. Es un baño público”, dice.
Los olores refrendan lo que dice Linares. Salen de todas partes, incluso, muy cerca de un relieve, de tres metros de ancho por uno ochenta de alto, ubicado en toda la entrada del edificio, entre las dos puertas.
Ese relieve, de piedra, muestra dos figuras: una femenina y una masculina, adornadas con flores y frutos. Está tallado en piedra, pero fue cubierto con una capa de pintura blanca que mancha al tacto.
La cuenta en Instagram @mvzulia denunció la situación en la que están las obras. “Un edificio de estilo #artdeco con relieves atribuídos a Francisco Narvaez y faltan algunos de estos relieves”, escribieron sus administradores acompañando a una foto del edificio.
Una estructura que está incluida, según el arquitecto Pedro Romero, en el inventario de patrimonio cultural. “Todo lo que esté incluido en ese inventario debe ser protegido, independientemente de la cualidad del bien: sea público o privado”, asegura Romero.
El arquitecto explica que, en el inventario, se destaca “la presunción de la autoría de Narváez sobre los altorrelieves. Además, si hay la presencia de cabillas en la parte posterior, sería otro elemento para identificarlo, porque el escultor usaba estos elementos para reforzar sus obras”, sostiene.
“Si se trata de un corte, de que alguien seccionó la obra para llevársela y comercializarla, es un hecho grave”, comentó el experto.
“Ese edificio es refugio de indigentes y el baño público de por aquí”, dice Luis Lezama, quien camina a diario por la zona, para tomar el bus de La Polar, cuya parada queda justo frente al lugar. “Ahí pudiese funcionar alguna institución. Es una lástima que eso esté abandonado”, afirma.
Se intentó comunicación con el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) y con la Fundación Francisco Narváez, pero en ambos casos, fue imposible lograr los contactos.