La presidenta brasileña Dilma Rousseff será probablemente suspendida de su cargo este miércoles por el Senado, mientras se le inicia un juicio de destitución tras meses de tormenta política.
AFP
Aunque Rousseff enfrenta el posible final de su carrera política, los problemas de Brasil parecen lejos de acabarse. Ésta es una breve explicación de cómo el mayor país de Latinoamérica se metió en este lío y lo que podría suceder en las próximas semanas.
– ¿De qué está acusada Rousseff? –
El procedimiento de impeachment contra la primera presidenta de Brasil, de 68 años, se basa en acusaciones de que cometió un “crimen de responsabilidad” al pedir préstamos a bancos estatales para ocultar déficit presupuestarios en 2014 y 2015.
Rousseff afirma que es víctima de un “golpe parlamentario”, que no cometió ningún crimen que amerite su destitución y que esta estrategia contable fue utilizada anteriormente por varios gobiernos que hoy están en la oposición.
Pero en los hechos el apoyo al impeachment es alimentado por una fuerte desilusión de los brasileños en medio de una profunda recesión económica y revelaciones de una gigantesca red de corrupción liderada sobre todo por políticos del partido en el gobierno, sus aliados y grandes empresarios que se pusieron de acuerdo para robar a la estatal Petrobras.
Enormes protestas callejeras celebradas el año pasado dejaron claro la insatisfacción popular.
Y finalmente, la ruptura de la frágil coalición del gobernante Partido de los Trabajadores con el partido de centroderecha PMDB del vicepresidente Michel Temer dejó a Rousseff aislada. La Cámara de Diputados recomendó el 17 de abril por holgada mayoría el inicio de un juicio político contra Rousseff en el Senado.
– ¿Qué sucede en el Senado? –
Una comisión especial del Senado también recomendó el viernes pasado que Rousseff sea sometida a un juicio político.
Los 81 miembros del Senado comenzarán a votar a las 09h00 (12h00 GMT) de este miércoles sobre esa recomendación, un proceso que puede alargarse durante más de 20 horas.
Solo es necesaria una mayoría simple para aprobar el inicio del juicio político y suspender a Rousseff del cargo (más de 41 votos), y una mayoría de analistas coinciden en que el campo pro-impeachment será mayoritario.
Eso implicará la suspensión de Rousseff por un máximo de 180 días, durante la duración del juicio, y la asunción como presidente interino del vicepresidente Michel Temer, un exaliado de la mandataria que se ha convertido en su principal enemigo.
Rousseff deberá dejar su despacho en el palacio de Planalto, pero podrá quedarse en la residencia presidencial, el Palacio da Alvorada. Posiblemente su salario sea reducido a la mitad, como indica la Constitución.
Temer ya discute públicamente quiénes serán sus nuevos ministros.
El juicio político a la presidenta puede llevar meses, y terminar con su destitución, para lo cual se requieren los votos de dos tercios de los senadores (54).
Si Rousseff es destituida, Temer asumirá la presidencia hasta el final de su mandato y hasta la celebración de nuevas elecciones en 2018.
Los analistas están menos seguros del desenlace de la votación final, que quizás tenga lugar en setiembre, pero la mayoría cree que Rousseff no volverá a la presidencia.
– ¿Resolverá todo la salida de Rousseff?-
La respuesta corta es “no”.
Una impopular presidenta ya no estará en el poder. Pero muy pocos brasileños ven a Temer como un salvador. Un sondeo de la encuestadora Datafolha de abril mostró que solo 2% de la población votaría por él en una elección presidencial.
Temer, un abogado constitucionalista de 75 años, de bajo perfil y fama de astuto negociador político en las sombras, puede enfrentar una feroz oposición de la izquierda y muchos de los problemas que acosaron a Rousseff, especialmente una economía en zozobra, demasiado dependiente de un precio elevado del petróleo, el mineral de hierro y otras materias primas.
Y aún no se ha echado la cortina final sobre el megaescándalo de corrupción en Petrobras.
Los fiscales investigan a toda la élite política, desde Rousseff hasta el jefe opositor Aecio Neves, del PSDB, que perdió el balotaje de 2014 contra Rousseff por apenas 3% de los votos. Temer ha sido mencionado como un participante en la trama por delatores, pero la fiscalía no ha solicitado investigarlo.
Increíblemente, Temer puede ser impedido de presentarse a un cargo electivo durante ocho años porque fue declarado culpable de violar reglas del financiamiento de campañas. Pero esa prohibición no le impediría asumir la presidencia de manera interina.