“Cada vez que pueda voy a salir por mi país, por mi pueblo, porque quiero a Venezuela”.
Tales palabras recogen el sentir común y la motivación de la ciudadanía que masivamente se volcó a las calles este miércoles para marchar hacia las sedes del Consejo Nacional Electoral en distintas partes del país, en demanda de que se cumpla el reglamento y el cronograma para la realización del referendo revocatorio al mandato de Nicolás Maduro.
Nota de prensa
A las puertas de la estación del Metro de Caracas en Bello Monte, sitio de concentración del evento convocado por la Unidad Democrática – por cierto, instalación cerrada eventualmente al público en horas de la mañana -, la declarante de la frase, Tania Pérez, de 51 años de edad, expresaba, como otras miles de personas concurrentes a la actividad, su exigencia de un cambio político urgente.
“Yo vine por mis propios medios porque estoy cansada de este gobierno, de la escasez, de que no podamos comer, de que no podamos hacer nada; y todavía la gente que sigue al oficialismo está creyendo en esta cuerda de sinvergüenzas. Vine por el futuro de mis nietos, de mis hijos, porque en este país ellos no tienen futuro. Yo le pido a la gente que salga siempre a la calle para protestar en paz, pero contundentemente”, declaró esta mujer al equipo de Reporte Unidad, al acudir a la caminata proveniente de la localidad de Cúa, en el municipio mirandino Urdaneta.
“Que renuncie, que renuncie”, demandó, a su vez, Mayra Solórzano, con lo que representaría una opción voluntaria, en medio de las innumerables voces que claman por la salida del poder del titular de Miraflores, a través del revocatorio o algún otro de los mecanismos contemplados en la Carta Magna.
“El presidente de la República es tan indolente que no la importa ni la necesidad de los niños. Queremos que Maduro se ponga la mano en el corazón, si lo tiene, y que renuncie”, reclamó.
“Las personas debemos unirnos para decirle al CNE: señora Tibisay Lucena, si de verdad quiere a Venezuela, diga ‘las firmas están allí, la gente salió a firmar’. ¿Acaso no vieron las colas? La gente se salió de las colas para comprar comida, para firmar. ¿Cómo me dicen hoy que son planas o que son muertos? ¿Somos un país de muertos todos los que firmamos? Que dejen el miedo, que recuerden que el pueblo monta y quita”, completó.
Revocatorio alimenta la esperanza
Para Carolina Moreno, una madre que sufre por no tener cómo sacar su hogar adelante en medio de la crisis que azota a nuestros hogares, la gente está padeciendo hambre como nunca antes.
“Soy una venezolana de a pie, nunca he sido una persona de altos recursos, pero jamás me había acostado sin cenar. Hoy estoy sintiendo los embates de la locura de este régimen”, aseveró.
“Yo le hago una exhortación al gobierno y muy educadamente le digo al Sr. Maduro que, por favor, si tiene un poquitico de dignidad, que respete la Constitución, respete la voluntad popular que pide auxilio a gritos. Ahora, Venezuela está en un S.O.S., con emergencia humanitaria, emergencia médica, emergencia alimenticia. Hay niños que están tomando tetero sin leche, Sr. Maduro, porque la poca que había usted la mandó para Ecuador”, dijo, explicando que, más allá de la solidaridad con el pueblo meridional por el reciente terremoto, primero hay que atender la desgracia que nos sacude.
“Hay gente que está comiendo plátano o auyama sancochada porque no tiene más alimentos. Los estudiantes, por su parte, asisten a las universidades con la barriga pegada al hueso porque tampoco tienen qué comer. La única arma que poseo es la justicia y la Constitución, que siempre cargo en mi cartera”, indicó, destacando que saldría a protestar, democráticamente, hoy, mañana y siempre.
“Estoy harto de ver cómo disminuye nuestra calidad de vida: estamos casi como los haitianos, pero ellos, pobrecitos, no tienen recursos; pero Venezuela fue un país millonario, y los incapaces que nos gobiernan no tomaron la previsión de ahorrar, aunque fuera unos dólares, cuando estábamos ‘buchones’, cuando nos sobraba dinero”, fue el señalamiento que formuló Conrado Cifuentes.
“Por eso marchamos, porque, además, se robaron todo el dinero para la electrificación del país, para el agua, para la salud. Es muy claro que ellos están negados a hacer un referendo, están viendo a ver cómo logran que se haga el año que viene, pues si lo efectuamos antes del 10 de enero de 2017, iremos a la brevedad a elecciones libres”, explicó el manifestante.
En el área de partida de la marcha – la cual, como se conoció posteriormente, no pudo arribar a su destino, en el centro de la ciudad, impedida por las fuerzas del orden público -, una jovencita de apellido Prada, cursante de educación superior, se lamentaba por el cierre de aulas para el ahorro de energía, así como, por supuesto, por la escasez, la inflación, la inseguridad, la salud y el deterioro en los servicios públicos, entre los múltiples problemas que afectan a la patria.
“Así no podemos progresar. Los entes gubernamentales trabajan solo los lunes y martes… Y los otros días, ¿les están pagando de gratis?”, se preguntó con asombro.
“El presidente que renuncie porque, realmente, lo que está haciendo el gobierno es robar y robar. Se trata de seres inhumanos que no ven por la valorización del pueblo venezolano”, dictaminó, finalmente.