América Latina está dejando atrás el “fracasado modelo del Socialismo del Siglo XXI” en momentos en que resulta clave recuperar la confianza de los jóvenes en la democracia representativa y sus instituciones, apuntaron hoy en Miami varios expresidentes iberoamericanos y líderes políticos.
En una región que, pese a la crisis económica, busca conjugar reformas y libertad, el evidente fracaso de los regímenes populistas abre una oportunidad de oro para “restablecer” un “equilibrio entre estatización y privatización” y “volver a los valores básicos de la democracia”.
Para ello, debe cristalizar una gobernanza democrática firme y fundamentada en el combate a la corrupción, libre de “prejuicios ideológicos”, y con “instituciones independientes e imparciales”, coincidieron el expresidente de Colombia Álvaro Uribe y Guillermo Lasso, fundador del partido CREO de Ecuador.
Ambos líderes políticos participaron en la sesión inaugural de la Cumbre Concordia de las América, en la que durante dos días se tratarán asuntos de interés global como la democracia, la energía, el comercio, la seguridad y la corrupción en el hemisferio.
Uribe advirtió que este crucial viraje político solo se podrá cristalizar con éxito si se toma en cuenta la “antipatía convertible en odio” de muchos jóvenes latinoamericanos “frente a las instituciones democráticas”.
De no canalizar y dar respuesta al enorme descontento que domina entre los jóvenes, estos “se expresarán con más fuerza a medida que la tecnología siga avanzando”, aseveró el expresidente colombiano.
Con una negra perspectiva de crecimiento económico en la región, que podría ser nulo en 2016, es hora de preguntarse, dijo, “si se hicieron los esfuerzos necesarios durante los años de bonanza para crear un ritmo de confianza en la inversión y el crecimiento”. Y respondió tajante el exmandatario: “No”.
A continuación expuso los cinco ejes sobre los que pivota el futuro de América Latina: la “seguridad, la inversión privada, las políticas sociales, la independencia de las instituciones y el pluralismo participativo”.
No se ahorró palabras muy duras contra los Gobiernos de Latinoamérica por, en general, “haber dejado solo al pueblo venezolano” en la defensa de los derechos democráticos.
“Los Gobiernos (latinoamericanos) han sido irresponsables frente a sus compromisos democráticos. Se olvidaron de aplicar la Carta Democrática en Venezuela y han sido condescendientes y cómplices con la tiranía de (Hugo) Chávez y (Nicolás) Maduro”, acusó.
Por su parte, el expresidente del Gobierno español José María Aznar tuvo palabras de ánimo para todos aquellos que “defienden lo que nosotros defendemos y por lo que luchamos: la libertad, la democracia y los derechos humanos en todos los países”.
En ese contexto, Lasso apuntó al socialismo del siglo XXI como ideología que “destruye el concepto de la democracia liberal, el respeto a la libertad de expresión”.
Pero la “buena noticia” es, agregó el político, que el “socialismo del siglo XXI ha perdido credibilidad” en Ecuador y un 65 % de la población ya “no cree en este modelo de Gobierno ni en sus ofertas incumplidas”.
Así, los ecuatoriano se encuentran ante un “nueva oportunidad para restablecer el equilibrio democrático y volver a una economía moderna y abierta al mundo”, enfatizó Lasso.
La exalcaldesa de la capital española Ana Botella advirtió, por su parte, que la “aparición de soluciones que no creen en la democracia representativa” no es un fenómeno exclusivamente latinoamericano, ya que “los populismos extremistas” han resurgido también recientemente en Europa.
En opinión de Botella, la “educación es fundamental” como antídoto contra este tipo de populismos que se oponen a las “democracias consolidadas, con todos los defectos que tengan estas últimas”, reconoció.
En esa línea, el expresidente de Uruguay Luis Alberto Lacalle recordó la “fortaleza de la democracia” articulada en partidos políticos y el valor de las “ideas de libertad, Estado de derecho y separación de poderes” para la construcción de sociedades abiertas.
John Negroponte, subsecretario de Estado de EE.UU. y director de inteligencia nacional con George W. Bush, apeló a la “vuelta a nuestros valores básicos” democráticos, donde prima la “libertad y la fortaleza institucional” para combatir todas las tentaciones populistas y la “confusión” que reina hoy en nuestra sociedades.
Unos 200 representantes de alto nivel de los sectores público y privado se dan cita en Miami para examinar durante esta cumbre de dos días los desafíos que entraña el nuevo liderazgo político y los significativos cambios en el poder que está experimentando la región.
En la inauguración de la cita, que tuvo lugar en las instalaciones del Miami Dade College (MDC), estuvieron presentes el rector de esta universidad, Eduardo Padrón, y el alcalde de Miami, Tomás Regalado, quienes abundaron en la educación como factor determinante para el “presente y futuro”. EFE