Tras semanas de intrigas y lucha legal y política en Brasil, la presidenta Dilma Rousseff fue suspendida del cargo y se enfrentará a un juicio político.
Según la BBC, mientras se desarrolla el juicio político, la presidenta suspendida mantendrá su salario íntegro (unos US$8.000 mensuales).
También podrá permanecer en la residencia oficial del Palácio da Alvorada y contará con un equipo de funcionarios a su disposición, según la página de noticias del Senado brasileño.
“Dilma seguirá viviendo en la casa presidencial, pero no podrá utilizar las oficinas oficiales del Pálacio de Planalto”, le dice a BBC Mundo Diogo Costa, profesor del Departamento de Economía Política de King‘s College, en Londres.
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