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SÓLO PARA USO EDITORIAL.
Un paquete sospecho destruido por un equipo de desactivación de bombas tras la evacuación el domingo del estadio del Manchester United resultó ser un dispositivo dejado accidentalmente después de un ejercicio de entrenamiento, dijo la policía.
Reuters
Dos puestos en el estadio Old Trafford fueron evacuados unos 20 minutos antes de que comenzara el partido a las 1400 GMT, cuando el artículo fue encontrado en los baños. Poco después, el encuentro fue cancelado y se evacuó el estadio completo.
Imágenes de televisión mostraron a carros de bomberos llegando al estadio, uno de los más famosos del mundo.
La policía investigó el paquete sospechoso y usó perros para olfatear y registrar el área y luego llamó a una unidad antibomba del Ejército, que realizó una explosión controlada sobre el paquete que describió “como un artefacto explosivo increíblemente verosímil”.
“Tras la explosión controlada de hoy, descubrimos que el artículo era un dispositivo de formación que accidentalmente había sido dejado por una compañía privada tras un ejercicio de entrenamiento que incluye perros rastreadores de bombas”, dijo John O’Hare, jefe asistente de la policía de Manchester.
“Si bien este artículo no resultó ser un explosivo viable, en apariencia era tan real como podía ser, y la decisión de evacuar el estadio era lo correcto, hasta que estuviéramos seguros de que las personas no estaban en riesgo”, agregó.
Manchester United afirmó en un comunicado en su sitio web que se había hallado el paquete en el cuadrante noroeste del estadio y que el partido fue cancelado por consejo de la policía. El encuentro fue reprogramado para el martes.
El miércoles, Gran Bretaña elevó el nivel de amenaza de militantes disidentes de Irlanda del Norte a “sustancial”, lo que significa que considera que existe una alta posibilidad de que sea perpetrado un ataque en su territorio.
También han habido preocupaciones de que células belgas del Estado Islámico, que realizaron ataques en París hace seis meses y en Bruselas en marzo, puedan estar implicados en conspiraciones en Gran Bretaña.