Nuestras familias son el centro de nuestra vida social, en ellas desarrollamos y compartimos la mayoría de nuestras destrezas y cualidades humanas y de relacionamiento. Así lo reseña toyfeliz.ne
Sin embargo, no siempre se hace sencillo lograr engranar a todos los componentes e integrantes de una familia para poder disfrutar de una vida en armonía y alinear nuestros intereses.
Generalmente, los más chicos y adolescentes son los que generan un desbalance más notable en las familias, por lo que en nuestra entrega de hoy queremos compartirles dos recomendaciones basadas en investigaciones publicadas por Bruce Feiler y Marshall Duke, quienes, de manera independiente, nos dan herramientas para incluir a los más pequeños/jóvenes de la casa en rutinas que al ser practicadas por todos en conjunto sumarán un montón de momentos felices para la familia.
La primera acción consiste en promover y practicar de manera consistente y periódica las “reuniones familiares”:
Nos referimos no al tipo de reuniones donde nos juntamos con todos, los primos, tíos y abuelos, sino específicamente a la reunión del núcleo familiar que convive bajo un mismo techo; de este modo cada domingo en la mañana, o en la noche, papá y mamá comenzarán su semana dándole la oportunidad a los más pequeños de la casa de sentir que ellos son la voz y lideran lo que para la familia es importante.
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