En Venezuela no hay manera de calcular una inflación real porque las evaluaciones que realiza el Banco Central (BCV) se basan en los precios establecidos en los comercios y la mayoría de los venezolanos compra a los revendedores, según la encuestadora Datanálisis.
EFE
El “57 % de los venezolanos indican comprar frecuentemente productos del mercado negro (…) al que el Banco Central no tiene acceso”, indicó el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, en un encuentro con la prensa internacional.
“Es decir, tú no sabes de cuánto es la inflación en Venezuela, no hay forma de estimarla en este momento”, aseveró.
Según el BCV, el país cerró el 2015 con una inflación del 180,9 por ciento, la más alta del mundo.
León explicó que en la nación caribeña actualmente existen dos tipos de “bachaqueros” (revendedores de productos regulados), uno “primario”, otro es “de lujo” que se abastece del primero.
“El ‘bachaquero deluxe’ es el tipo que tampoco hace cola (…) pero es organizado, organiza el tema de compra de los ‘bachaqueros primarios’, te manda por internet la disponibilidad y te lo lleva a tu casa en una camionetica (…) esta es la forma de redistribución de la clase media”, indicó.
Con este nuevo comercio, surgido de la reciente crisis económica y del desabastecimiento que sufre el país petrolero, los estratos más pobres han aumentado sus ingresos.
León explicó que “bachaquero” que invierte 2.000 bolívares (4,8 dólares según la tasa de cambio formal más alta) a la semana en la compra de productos regulados obtiene como ganancia “ocho salarios mínimos mensuales”, lo que equivale a unos 264.000 bolívares (634 dólares).
Por su parte, los estratos más altos también han aumentado sus ingresos, afirmó, pero no por la reventa de productos sino por la devaluación, pues quienes pertenecen a la clase alta poseen moneda extranjera.
Por lo tanto, los más perjudicados son los que pertenecen a la clase media y que son asalariados.
Según León, la clase media venezolana está sufriendo “uno de los empobrecimientos más altos en la historia” del país caribeño.
Pese a esto, el 92,5 % de los venezolanos indica que la situación del país petrolero es “mala” o “muy mala”.
De acuerdo con los estudios hechos por esta encuestadora hasta mayo, el desabastecimiento es un problema importante para el 96,4 % de los venezolanos y 71 % de ellos cree que esta situación es responsabilidad del Gobierno de Nicolás Maduro.
Otro 88,5 % de la población rechaza la restricción de divisas a las empresas, mientras que 68 % no cree en la “guerra económica” que según el Gobierno es la causante de la alta inflación y de la escasez y es promovida por empresas privadas con el apoyo de la oposición.
Adicionalmente, 78,5 % del pueblo venezolano considera que el mayor consorcio productor de alimentos de ese país, Empresas Polar, ha hecho todo su esfuerzo para garantizar el abastecimiento en todo el territorio.
En tal sentido, León sostuvo que sería un “suicidio” si el Gobierno cumple sus amenazas de expropiación contra Empresas Polar, porque se estaría metiendo “con el sector productivo más importante del país”, y según sus datos 92 % de la población considera que las empresas expropiadas producen menos.
Maduro ha acusado en reiteradas oportunidades al dueño de Polar, Lorenzo Mendoza, de ser uno de los principales causantes de esa “guerra económica” y le ha amenazado con quitarle las empresas si detiene su producción.
Polar paralizó recientemente sus fábricas de cerveza alegando que no tiene materia prima ni divisas para comprarla.