Tres ataques explosivos provocaron la muerte de al menos 63 personas y dejaron más de 100 heridos el martes en Bagdad, dijeron fuentes policiales y médicas.
Un atentado suicida, reivindicado por Estado Islámico, en un mercado en el distrito de al-Shaab, en el norte de Bagdad, dejó 38 muertos y más de 70 heridos, mientras que un coche bomba en la cercana Ciudad Sadr dejó al menos 19 muertos y 17 heridos.
Otro coche bomba en el barrio suní-chií de al-Rasheed, en el sur de la capital, dejó seis muertos y 21 heridos, dijeron las fuentes, en lo que un portavoz militar describió como un ataque suicida.
La seguridad ha mejorado hasta cierto punto en Bagdad en los últimos años, pese a que el grupo militante suní Estado Islámico capturó territorios del país casi hasta la salida de la capital.
Ataques reinvindicados por Estado Islámico en la ciudad y sus alrededores la semana pasada provocaron la muerte de más de 100 personas, dando pie a la ira en las calles por el fracaso del Gobierno para garantizar la seguridad.
Existen temores de que Bagdad vuelva a caer en el baño de sangre de hace una década, cuando atentados suicidas por disputas sectarias dejaron decenas de muertos cada semana.
Eso ha elevado la presión sobre el primer ministro Haider al-Abadi para resolver una crisis política o arriesgarse a perder el control de partes de Bagdad, incluso mientras los militares desarrollan una contraofensiva contra Estado Islámico en el norte y oeste de Irak con ayuda de una coalición liderada por Estados Unidos.
Un portavoz del Comando de Operaciones de Bagdad dijo a la televisión estatal que el atacante en al-Shaab detonó un chaleco con explosivos en coordinación con una bomba y que las primeras investigaciones revelaron que el atacante fue una mujer. Reuters