1. Renuncia a tu necesidad de tener siempre la razón
Somos tantos los que no podemos soportar la idea de estar equivocados – queremos tener siempre la razón – aún a riesgo de poner fin a una gran relación o causar una gran cantidad de estrés y dolor, a nosotros y a los demás. No vale la pena. Cada vez que sientas la “urgente” necesidad de saltar en una pelea sobre quién tiene razón y quién está equivocado, pregúntate: “¿Prefiero estar en lo cierto, o prefiero ser amable?” – Wayne Dyer. ¿Qué diferencia habrá? Es tu ego realmente tan grande? Así lo reseña toyfeliz.net
2. Renuncia a tu necesidad de controlarlo todo
Renuncia a tu necesidad de controlar todo lo que te sucede a tí y a tu alrededor – las situaciones, eventos, personas, etc. Si son tus seres queridos, compañeros de trabajo, o simplemente extraños que te encuentras en la calle – simplemente permíteles ser ellos. Deja que todo y todos sean tal y como son y verás cuánto mejor te harán sentir. “Dejando ir permites que todo se haga. El mundo es ganado por aquellos que se relajan. Pero tienes que intentarlo y volver a intentarlo. El mundo está más allá del hecho de ganar” –Lao Tse
3. Deja de culpar
Renuncia a tu necesidad de culpar a los demás por lo que tienes o no tienes, por lo que se sientes o no sientes. Deje de darles poder sobre tí a los demás y empieza a tomar responsabilidad de TU vida.
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