Venezuela tiene hambre y no solamente de democracia, cada día son más largas las filas a las afueras de abastos, mercados y supermercados, y menor la cantidad de comida que llega a los establecimientos. La realidad de nuestro país es que ya no basta con tener dinero en el bolsillo para comprar, esta tarea se ha vuelto toda una odisea para los venezolanos, y muchos se han visto obligados a acudir a bachaqueros que venden los mismos productos con precios entre veinte y cincuenta veces superiores a los marcados para la venta.
En la actualidad 12% de los venezolanos no tiene acceso a las 3 comidas diarias, y en general la ingesta de carbohidratos para poder sustituir a las proteínas se ha incrementado a números alarmantes, en los hospitales han crecido las personas que tienen sobrepeso y sufren de anemia, producto de la mala alimentación a la que se ven sometidos gracias a los malos manejos del régimen.
Hoy en día la escasez productos de la canasta básica familiar se ubica en 41,37%, lo que ha caldeado cada vez más los ánimos de los venezolanos, quienes han optado por acciones delictivas para conseguir alimentos, es así como se han ido haciendo más frecuentes los saqueos, pues en el mes de abril las cifras de saqueos ya sobrepasaban los 120 en el territorio nacional.
El gobierno en reiteradas oportunidades habla de la guerra económica y culpa a los empresarios de la escasez de alimentos, pero lo que no publica es que en el año 2015 Mercal no cumplió con 48% de la meta que se trazaron para la distribución de alimentos, mientras que el ex ministro Osorio tuvo un incumplimiento de metas del 38% sin que en ninguno de los casos sean explicadas las causas en su memoria y cuenta. Demostrando así no sólo que el problema tiene sus orígenes desde antes, sino además el fracaso del sistema propuesto por el régimen.
Lo más lamentable de todo esto es que el régimen en lugar de buscar soluciones, incentivar la producción y ponerse a trabajar invierte todo su tiempo en hacer una cacería de brujas a Polar, amenazando con expropiar empresas, que como ya todos sabemos una vez en manos del Estado pasan a la improductividad y el mejor ejemplo lo representa Café Madrid, que ya se ha declarado improductiva por falta de materia prima.
Por esta razón, es que los venezolanos estamos saliendo a la calle, cada día somos más los que marchamos, los que protestamos, los que decimos a gritos que Venezuela quiere cambio, los que queremos un Referendo este año para poder darle comida a los venezolanos, para poder darles a los niños La Mejor Venezuela.
Aarón Rodríguez – @RodriguezAaron