El sexo anal es algo que la gente hace, aunque no lo crean, pero sabemos que puede llegar a ser una experiencia que te ponga mega nerviosa e incómoda. A veces sólo es cuestión de dejarse llevar y otras veces simplemente no se puede.
Lo cierto es que puede ser muy, muy divertido si lo sabes hacer aunque los pensamientos durante este tipo de encuentros no dejarán de rondar por tu cabeza antes, durante y después de que suceda.
Aquí te dejamos 5 pensamientos que estamos seguras has tenido si intentase usar ‘the back door’:
1. ¿Me va a doler?
Las cosas van bien, estás entrando en tu papel mientras das besos y te quitas la ropa pero después sucede: ves a su amiguito.
El pensamiento inmediato es, “¿Esa cosa va a entrar en mi? ¿Cómo? ¿Exactamente cómo planeas meter eso dentro de mi? ¿Cómo se supone que me debo relajar lo suficiente para sentir placer?”
Para cualquiera que haya tenido sexo anal sabe que: Sí, duele al principio. Pero si logras relajar tu cuerpo (a veces nunca sucede), verás que lo disfrutas.